Las importaciones de México desde Asia han alcanzado cifras sin precedentes, con un notable aumento del 12.1% en el primer semestre de 2025, alcanzando un valor total de 132,191 millones de dólares, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este crecimiento significativo representa la mayor participación de Asia en las importaciones mexicanas, que ahora constituye el 42.5% del total, un incremento de 9.1 puntos porcentuales en comparación con la misma época hace diez años, cuando dicha participación era del 33.4%.
El auge de las importaciones asiáticas puede atribuirse a múltiples factores. Asia se destaca como una potencia exportadora debido a su mano de obra competitiva, infraestructura de vanguardia, cadenas de suministro altamente integradas y su especialización tecnológica. Estas condiciones han permitido a los países asiáticos dominar la manufactura global y ofrecer acceso a extensos mercados, lo que a su vez fomenta una producción masiva a precios muy competitivos.
Frente a estos números, la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum ha planteado un ambicioso objetivo: reducir la dependencia de México de las importaciones procedentes de Asia, especialmente de aquellos países con los que no se tienen tratados de libre comercio. Como parte de su Plan México, el gobierno busca que para 2030, el 50% del consumo nacional y la proveeduría provengan de producción interna. Este enfoque es parte de un esfuerzo más amplio para reconfigurar las relaciones comerciales de México con otras naciones, en particular contra el crecimiento exponencial de importaciones de países asiáticos.
En noviembre de 2024, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, mencionó que existen “ciertas visiones comunes” con Estados Unidos, en un intento de reducir importaciones en sectores considerados estratégicos. Esto incluye un llamado conjunto a aumentar el contenido nacional en las importaciones y la colaboración con las principales empresas importadoras, como Foxconn e Intel, para identificar productos que puedan ser fabricados localmente.
Las estadísticas reflejan un panorama comercial en constante evolución. En la década actual, las importaciones mexicanas desde Asia pasaron de 64,429 millones a 132,191 millones de dólares, con un déficit que se disparó de 56,461 millones a 117,113 millones en el mismo período. Este crecimiento desproporcionado plantea desafíos para la política económica del país, como alertó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), al señalar que la resolución de tensiones comerciales en América del Norte podría facilitar una mayor inversión y reforzar la integración regional.
El enfoque de Sheinbaum para continuar el legado de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, incluye promover un Plan México que tiene como meta atraer inversiones estimadas en 277,000 millones de dólares. Esto incluye un compromiso por parte del gobierno de depender menos de los países sin acuerdos comerciales y fortalecer las compras a Estados Unidos, asegurando que tal estrategia no perjudiques a la industria nacional.
Así, la interacción comercial entre México y Asia está en un punto crítico, con decisiones gubernamentales que aspiren a un equilibrio entre la importación y la producción local en un contexto global que sigue evolucionando en el ámbito comercial y económico.
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