Aumento del 5% en salario fronterizo

A partir de 2026, el salario mínimo en la frontera norte de México experimentará un aumento del 5%, una cifra que marca la segunda ocasión en la que el incremento es de un solo dígito, en contraste con el resto del país, donde el ajuste será del 13%. Este acuerdo, consensuado entre empresarios, sindicatos y el gobierno federal, refleja una realidad económica diversa y compleja en las distintas regiones del país.

Históricamente, la frontera norte ha recibido aumentos diferenciados desde la creación de la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN) en 2019, con incrementos del 5% en 2020, y ahora nuevamente en 2026. Con este nuevo ajuste, el salario mínimo en la zona pasará de 419.88 a 440.87 pesos al día, equivalentes a 13,409.80 pesos mensuales. Para poner esto en perspectiva, el salario mínimo general en el país subirá de 278.80 pesos a 315.04 pesos al día, o 9,582.47 pesos al mes.

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Expertos en economía han señalado que esta decisión era necesaria para frenar la creciente brecha salarial entre las zonas fronterizas y el resto del país. Especialistas como Rodolfo de la Torre subrayan que el aumento en la frontera había sido considerablemente mayor en comparaciones previas, lo que estaba provocando discrepancias que podrían distorsionar la economía regional. En este contexto, la responsable del grupo Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, Rogelio Gómez Hermosillo, enfatiza que un incremento al mismo nivel que el general habría ampliado esa brecha, afectando potencialmente a la creación de empleos formales y incentivando la informalidad en el mercado laboral.

Las opiniones sobre este incremento son variadas. Gómez Hermosillo celebra la decisión como un hito, destacando que el incremento al salario mínimo general permitirá a los trabajadores cubrir mejor necesidades básicas, pero advierte sobre los posibles efectos adversos de un aumento excesivo en la frontera. De la Torre también se muestra cauto, indicando que el impacto de estos aumentos en la inflación y en el empleo es incierto.

La implementación de un aumento del 5% asegura que el salario mínimo no solo se mantenga por encima de la inflación, sino que también responde a la realidad particular de cada región. Esta diferenciación en el ajuste salarial puede ser una estrategia para mitigar efectos económicos no deseados, como la disminución de empleo en áreas donde el salario mínimo es considerablemente más alto que en el resto del país, especialmente en un período de desaceleración económica en la vecina Estados Unidos.

Con la llegada de estos incrementos diferenciados, el gobierno federal ha manifestado que no se anticipan aumentos en los precios al consumidor. Sin embargo, los economistas continúan monitoreando de cerca esta situación, conscientes de que un aumento en el poder adquisitivo no debe comprometer los empleos en un mercado laboral ya desafiante. Esta nueva etapa salarial plantea un panorama interesante para la economía mexicana, donde las decisiones que se tomen en los próximos meses serán cruciales para el futuro de miles de trabajadores.

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