La pensión del IMSS representa un derecho fundamental para quienes han cumplido con los requisitos de cotización al Instituto Mexicano del Seguro Social, proporcionando no solo ingresos, sino también acceso a atención médica. Sin embargo, es preocupante que miles de mexicanos enfrenten el riesgo de perder este beneficio debido a errores comunes, como datos incorrectos o inconsistencia en el historial laboral. Conocer las razones más frecuentes detrás de estos inconvenientes es clave para prevenir rechazos o, en el peor de los casos, la cancelación de la pensión.
Existen tres categorías principales de pensiones: las de edad (ya sea por vejez o cesantía), las relacionadas con riesgos de trabajo (cobertura por invalidez o incapacidad), y aquellas destinadas a beneficiarios, como viudez u orfandad. Cada tipo posee sus propias normativas, pero el denominador común es la necesidad de tener la documentación en orden, las aportaciones bien registradas y los datos que coincidan en todos los registros.
Uno de los aspectos más cruciales es el conteo de semanas cotizadas, que es esencial para calcular el monto de la pensión. Para quienes están bajo el Régimen 73, se requieren al menos 500 semanas, mientras que el Régimen 97 exige 1,250. Los vacíos en el historial de cotización, ya sea por trabajos informales o empleadores que no reportaron adecuadamente las aportaciones, pueden llevar a que el IMSS niegue la pensión. Es recomendable revisar el historial de cotización en el portal del IMSS o acudir a una subdelegación y, de ser necesario, solicitar correcciones presentando recibos de nómina o contratos.
Otro aspecto a tener en cuenta son los datos personales. Un simple error en el CURP o NSS puede paralizar el trámite de pensión. El IMSS verifica minuciosamente que toda la información, como nombre y fecha de nacimiento, sea precisa y coincida. Para protegerse de estos errores, es crucial que los interesados revisen y actualicen sus documentos antes de iniciar cualquier trámite, asegurándose de que la información sea coherente entre el Registro Civil y el IMSS.
Además, es un problema común que algunos patrones reporten salarios más bajos para disminuir sus aportaciones, lo que afecta el cálculo de la pensión. Es fundamental verificar regularmente las contribuciones en el portal del IMSS y en la Afore correspondiente. Si se encuentran discrepancias, se deben presentar aclaraciones con pruebas.
Para sortear errores y fraudes, es vital asegurarse de ser dado de baja correctamente por el último patrón y conocer el régimen aplicable. Quienes trabajaron antes de julio de 1997 están bajo el Régimen 73, mientras que quienes lo hicieron después se rigen por el Régimen 97. Cualquier confusión puede alterar el monto de la pensión o incluso invalidar la solicitud.
Por último, se recomienda evitar caer en la trampa de “gestores milagrosos” o trámites falsos. El IMSS ofrece asesorías gratuitas para aclarar dudas y verificar datos. Mantenerse organizado y ser proactivo es clave para salvaguardar su futuro económico y asegurar que la pensión del IMSS esté protegida.
La información proporcionada corresponde a la fecha de publicación original: 2025-10-06 13:12:00.
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