El Banco de Inglaterra (BoE) ha decidido mantener su tasa de interés oficial en un 4.25% en una coyuntura económica marcada por la elevada inflación y la incertidumbre generada por los aranceles estadounidenses y el conflicto en Medio Oriente, particularmente entre Israel e Irán. A pesar de esta decisión, el gobernador del BoE, Andrew Bailey, ha insinuado la posibilidad de recortes en el futuro cercano, reflejando las dificultades que enfrenta la economía británica, que está mostrando un crecimiento lento.
Recientemente, se dio a conocer que la inflación anual en Reino Unido, aunque ha registrado una caída a 3.4% en mayo, sigue superando el objetivo del 2.0% establecido por el BoE. Este escenario ha sido potenciado por un reciente aumento de los precios de la energía, que, según el banco central, se debe a la escalada de tensiones en Oriente Medio. Los analistas anticipan que el BoE podría reducir la tasa en su próxima reunión de política monetaria, augurando un recorte posible para agosto.
El mes anterior ya se había dado un pequeño alivio, con una reducción de un cuarto de punto en los costos de endeudamiento, en respuesta a los efectos negativos que los aranceles están comenzando a ejercer sobre el crecimiento económico del país. En abril, la economía británica se contrajo más de lo esperado, lo que ha llevado a una reevaluación de las políticas monetarias.
En un contexto diferente, los bancos centrales de Suiza y Noruega también sorprendieron a los mercados al decidir recortar sus tasas de interés, a pesar de que los analistas no esperaban tales decisiones en este momento. El Banco Nacional Suizo redujo su tasa en 25 puntos base hasta alcanzar el 0%, motivado por un enfriamiento de la inflación y una apreciación del franco suizo, ante un panorama económico que se deteriora.
Por su parte, el Banco de Noruega también hizo un ajuste similar, recortando su tasa en 25 puntos base hasta una referencia del 4.25%, destacando la incertidumbre económica debido a las tensiones comerciales y conflictos. La gobernadora del Norges Bank, Ida Wolden Bache, señaló que la inflación ha mostrado signos de descenso desde la reunión de marzo, un factor clave que influye en sus decisiones.
La situación económica actual en Europa presenta un escenario complejo, donde la interconexión de varios factores globales está afectando la política monetaria y las expectativas de crecimiento en varios países. Los eventos en el ámbito internacional, incluidos los conflictos geopolíticos y cambios en las políticas comerciales, siguen jugando un papel crucial en la formulación de decisiones que impactan la economía de las naciones, incluyendo a Reino Unido, Suiza y Noruega.
Esta información refleja el estado de las economías y las políticas monetarias hasta el 19 de junio de 2025.
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