En un panorama de crecimiento moderado, el Producto Interno Bruto (PIB) de Querétaro se perfila para experimentar un aumento del 0.8% durante el año 2025. Este crecimiento se debe principalmente a la actividad en los sectores primario y terciario, aunque se proyecta una disminución en las actividades secundarias. Según las proyecciones de BBVA Research, publicadas en el informe Situación Sectorial Regional México, la estimación ha bajado respecto a pronósticos anteriores que preveían un aumento de 1.2% para la economía queretana.
Al cierre de 2025, se anticipa que el PIB de Querétaro alcance cerca de 629,100 millones de pesos. Este incremento, aunque moderado, coloca al estado en una posición más favorable, elevándose al lugar 14 en términos de PIB entre las 32 entidades federativas, un avance respecto al lugar 15 que ocupó en 2024. Sin embargo, las expectativas para 2025 siguen siendo inferiores al crecimiento proyectado del 1.7% para el actual año.
Este desarrollo se produce en un contexto de desaceleración económica a nivel nacional, donde se espera un crecimiento de solo 0.4% anual hasta el segundo trimestre de 2025. A pesar de este panorama, el PIB de Querétaro se sitúa ligeramente por encima de la media nacional, que se estima en 0.7% para el mismo periodo.
En términos de sectores específicos, las actividades primarias de Querétaro están proyectadas para crecer un notable 5.2%, mientras que el sector secundario podría experimentar una contracción del -0.5%. En el ámbito de manufacturas, se anticipa una caída del -0.4%, indicando que este sector, clave para la economía local, podría estar enfrentando retos significativos. En contraposición, el sector terciario mantiene un pronóstico positivo, con un crecimiento estimado de alrededor del 1.1%, impulsado principalmente por servicios empresariales y gubernamentales.
A nivel nacional, se observa una contracción en la industria, mientras que los sectores primario y terciario han logrado mantener un crecimiento que les permite actuar como amortiguadores ante la desaceleración económica. Entre las preocupaciones destacadas, se encuentran la incertidumbre internacional, los aranceles entre México y Estados Unidos y la disminución del gasto público en infraestructura. No obstante, las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) son reconocidas como un pilar fundamental para sostener el mercado interno, contribuyendo a la resiliencia económica.
El sector servicios, especialmente el turismo y el comercio, se espera que sirva como motor de crecimiento regional en 2025, ayudando a suavizar la debilidad industrial y sosteniendo el crecimiento a nivel nacional. Sin embargo, la industria automotriz, históricamente un motor del estado, ha enfrentado retos significativos, incluyendo contracciones en el primer semestre y una caída en la inversión extranjera directa.
Con las proyecciones para 2026, se anticipa una ligera aceleración económica y una mejora en la dinámica entre los estados, con el Bajío posicionado como una región clave para recuperarse gracias a la relocalización de inversiones y una mejora en las manufacturas. En resumen, aunque Querétaro se enfrenta a desafíos, se mantiene como un nodo emergente dentro del corredor manufacturero del Bajío, lo que podría facilitar un futuro más dinámico para su economía.
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