Este sábado, la polifacética estrella Jennifer López cumplía 52 años y lo celebraba a bordo de un barco en las aguas de la Costa Azul francesa. Compartiendo en su cuenta de Instagram una sesión de fotos en biquini, con batín de Dolce & Gabbana, presumiendo de cuerpo indiscutiblemente espectacular, y —al final de la galería— una imagen en la que aparece besándose con el actor Ben Affleck (California, 48 años), del que fue pareja entre 2002 y 2004. La publicación ya es viral: acumula casi seis millones de “me gusta” en la red social en la que Lopez cuenta con más de 166 millones de seguidores.
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Se conocieron a principios de siglo en el rodaje de la vilipendiada comedia romántica Gigli (Una relación peligrosa), y precisamente fue un cumpleaños, el de la protagonista de Estafadoras de Wall Street a sus 33 años, el que sirvió también para ratificar la primera parte de su relación, en 2002. Se prometieron al año siguiente, con un inmenso diamante rosa de 6,1 quilates de Harry Winston, pero cancelaron la boda a solo dos días de la cita.
“Cuando empezamos a considerar seriamente contratar a tres novias señuelo para tres localizaciones diferentes, nos dimos cuenta de que algo estaba mal”, alegaron entonces. A esa presión por parte de los medios y los fotógrafos es a la que siempre culparon de la ruptura de “un amor genuino”. Pero hoy las tornas han cambiado y la cantante, una de las personas más seguidas del mundo en Instagram, tiene el poder de la comunicación en la palma de su mano, para marcar ritmos y controlar narrativas a su gusto.
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