El presidente estadounidense, Joe Biden, llegó este domingo al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) alrededor de las 19:20 horas; su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador le dio la bienvenida personalmente para participar en la Cumbre de Líderes de América del Norte.
Es poco probable que Biden se haya llevado la imagen del “caos”, que en El Paso puede apreciarse en algunas calles e iglesias católicas del centro. La comitiva evitó esta zona de la ciudad y se enfocó en una rápida visita a un centro de procesamiento de inmigrantes que es financiado con dinero federal. Allí habló con algunas organizaciones civiles y líderes religiosos que ayudan a alimentar a las miles de bocas hambrientas que llegan a EE UU cada día.
El puente de las América
La aduana más transitada de El Paso, fue la primera parada de Biden. El presidente se entrevistó allí con agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. Vio cómo un perro policía olfateaba un vehículo en búsqueda de armas y drogas y revisó un camión equipado para la vigilancia de la frontera. El Gobierno calcula que en este punto de entrada se hace el 10% de las revisiones de los más de 3.000 kilómetros de frontera común. El año pasado, en esta región se incautaron más de 300 armas y 21 toneladas de narcóticos. La Administración ha destinado a este puente 600 millones de dólares, como parte del plan de infraestructuras, para expandir su capacidad de procesos comerciales y de seguridad.
Alejandro Mayorkas, el secretario de Seguridad Interior, ha dicho durante la visita que el martes se pondrá en marcha una carpa junto al puente donde se podrán procesar hasta 1.000 migrantes al día. El funcionario también ha dicho que se ha contratado 100 agentes más para reforzar a la Patrulla Fronteriza.
Esta garita fue visitada por Barack Obama en mayo de 2011, en lo que también fue la primera visita del presidente demócrata a la frontera. Esta ocurrió a los tres años y cuatro meses desde que llegó a la Casa Blanca. Biden sirvió de vicepresidente en aquella Administración, que deportaría a inmigrantes en cifras récord durante sus ocho años. Donald Trump fue mucho más veloz en preparar su primera visita a la franja. Eligió el entonces bastión republicano de Arizona, donde estuvo menos de dos horas en el condado de Yuma. Allí visitó un cuartel militar en agosto de 2017, ocho meses después de haber asumido el poder. En total, Trump hizo en cuatro años cinco visitas a la frontera, un territorio que fue una de las obsesiones de su periodo.
Biden ha tenido que recurrir a medidas de Trump para gestionar el flujo que llega a la frontera
En especial el Título 42, impuesto por el expresidente durante la pandemia y que el poder judicial ha obligado al Ejecutivo a mantener por el momento. Este permite devolver rápidamente a muchos de los que llegan, quienes generalmente vuelven a intentar el cruce pocos días después. Desde septiembre pasado, el Título 42 se ha utilizado para expulsar a unas 200.000 personas.
El jueves, la Casa Blanca anunció una nueva estrategia para vivir bajo el manto del Título 42 al mismo tiempo que la Administración se prepara para su eventual final, que puede llegar más adelante este año. Esta contempla endurecer el castigo a los inmigrantes que lleguen sin aviso a los puertos de entrada de Estados Unidos, a quienes se les prohibirá por cinco años la entrada. Biden también anunció que permitirá el ingreso de 30.000 ciudadanos al mes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití siempre y cuando los interesados inicien un proceso de asilo en línea antes de llegar y que demuestren que alguien en suelo estadounidense está dispuesto a patrocinarlos. “Estamos tratando de incentivar a que las personas lleguen con una cita a los puertos de entrada en lugar de que intenten cruzar entre las aduanas”, ha dicho Mayorkas.
Varios sectores demócratas han rechazado las medidas anunciadas, pues consideran que castigan a las personas que están huyendo de regímenes autoritarios y que arriban a Estados Unidos pidiendo asilo. El sábado, horas antes de que Biden aterrizara, se celebró una protesta de 300 migrantes que rechazaron con cartulinas la continuidad de la medida sanitaria. Pero Biden se mantuvo lejos de ese epicentro de la crisis humanitaria. Unas horas después de haber tocado tierra, volvió a su avión y despegó rumbo a la capital mexicana sin ver la zona cero de la ciudad ni haber cruzado palabra con alguien que ha hecho el periplo al norte.
La nota precedente contiene información del siguiente origen y de nuestra área de redacción.





![[post_title]](https://columnadigital.com/wp-content/uploads/2025/10/Alerta-Profeco-Hidrolavadoras-pueden-explotar-350x250.webp)
![[post_title]](https://columnadigital.com/wp-content/uploads/2025/10/OpenAI-adquiere-Sky-interfaz-de-IA-para-Mac.webp-350x250.webp)
![[post_title]](https://columnadigital.com/wp-content/uploads/2025/10/Almeria-persiste-en-su-regularidad-350x250.jpg)

![[post_title]](https://columnadigital.com/wp-content/uploads/2025/10/Chofis-Lopez-se-va-de-Tuzos-350x250.jpg)
![[post_title]](https://columnadigital.com/wp-content/uploads/2025/10/Ofrendas-para-explorar-en-CDMX-2025.com2F8d2Ffd2Faa811db549f9bda5d3fb1328d0d12Fo-350x250.jpeg)
![[post_tittle]](https://columnadigital.com/wp-content/uploads/2025/10/Apocalipsis-y-Renacimiento-Nous-Etudions-en-Ushuaia-350x250.jpg)


