El planeta se enfrenta a un escenario alarmante: se anticipa que en los próximos cinco años se registrarán temperaturas récord, con el calentamiento del Ártico que podría ser más de tres veces superior al promedio global. Esta información proviene de un informe reciente publicado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que destaca que hay un 80% de probabilidad de que al menos uno de los años venideros establezca un nuevo récord de calor. Además, es muy probable que la temperatura media global supere el umbral de 1.5 grados centígrados sobre los niveles preindustriales.
El contexto de esta situación es preocupante. El año pasado se marcó como el más caluroso de la historia, lo que significó la primera violación del acuerdo climático de París de 2015. Este acuerdo fue diseñado para limitar el calentamiento global a menos de 1.5 °C, un objetivo que ahora parece más difícil de alcanzar con cada nuevo reporte.
La OMM prevé que entre 2024 y 2029 la temperatura promedio cerca de la superficie a nivel mundial se situará entre 1.2 °C y 1.9 °C por encima de los niveles preindustriales de 1850-1900. Este incremento no solo afectará el clima general del planeta, sino que también intensificará fenómenos extremos como olas de calor devastadoras, precipitaciones intensas, sequías severas, el fundido de capas de hielo, el calentamiento de los océanos y el aumento del nivel del mar.
En particular, el Ártico se verá gravemente afectado, donde se espera que el calentamiento sobrepase con creces la media global. Durante los próximos cinco inviernos, se estima que esta región experimentará un aumento que superará los 2.4 °C respecto a los promedios de los últimos 30 años, lo que acelerará el deshielo tanto en el Ártico como en el noroeste del océano Pacífico.
La OMM también advierte sobre el escenario climático que se avecina: las temperaturas globales se mantendrán en niveles récord o muy cercanos a ellos hasta finales de la próxima década. Se pronostican precipitaciones superiores a la media en lugares como el Sahel, el norte de Europa, Alaska y el norte de Siberia entre mayo y septiembre de 2025 a 2029. Por el contrario, el Amazonas enfrentará condiciones más secas de lo habitual durante esta misma temporada.
Esta información es crucial y debe ser tenida en cuenta para entender el futuro del clima global. Es fundamental que tanto los gobiernos como las sociedades tomen acción frente a estos desafíos inmediatos e interconectados, ya que cada fracción de grado adicional en la temperatura tiene el potencial de desencadenar catástrofes ambientales, afectando la vida en el planeta de maneras sin precedentes.
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