La reciente decisión de Canadá de deshacerse de un impuesto específico sobre las grandes empresas tecnológicas estadounidenses, bajo la influencia del entonces presidente Donald Trump, ha hecho eco de inquietudes referentes al camino que seguirán otros países, especialmente aquellos en Europa, en la implementación de gravámenes similares.
La Tax Foundation, un reconocido grupo de expertos a favor de estos impuestos, informa que casi la mitad de los países europeos pertenecientes a la OCDE han anunciado, propuesto o incluso implementado impuestos sobre servicios digitales, todos en espera de un consenso a nivel global. Esta situación destaca una tendencia creciente a que las naciones busquen maneras de gravar a aquellas corporaciones que operan en sus territorios, pero que no siempre contribuyen en proporción al volumen de negocio que generan.
No obstante, la incertidumbre sobre la duración y la efectividad de estas medidas se intensifica después de que el Grupo de los Siete (G7) alcanzara un acuerdo que exime a las multinacionales estadounidenses de un impuesto mínimo global que otros países pretenden establecer. Esta resolución ha generado críticas vehementes, en particular del economista y premio Nobel, Joseph Stiglitz, quien ha enfatizado la importancia de la capacidad de los gobiernos elegidos democráticamente para regular y gravar a las grandes corporaciones. “Se trata de algo más que comercio; se trata de si los gobiernos pueden imponer reglas sobre entidades que poseen un poder desmesurado,” subrayó.
Entre las naciones que han tomado medidas o contemplan la posibilidad de implementar impuestos especiales a las grandes empresas tecnológicas se encuentran Austria, Brasil, Reino Unido, Francia, India, Italia, España y Turquía. Estas iniciativas buscan asegurar que estas corporaciones contribuyan fiscalmente en los países donde realizan sus operaciones.
El debate sobre la tributación de las grandes tecnológicas sigue siendo un tema candente y complejo, uno que refleja la lucha por mantener la soberanía fiscal frente a la creciente influencia de empresas multinacionales en el panorama económico global. La información aquí presentada corresponde a datos con fecha de publicación original del 30 de junio de 2025, y el desarrollo de la situación podría haber cambiado desde entonces, conforme avanza la discusión internacional en este ámbito.
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