En Puebla, la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) ha expresado su optimismo respecto a la meta de construir 7,500 viviendas para el año 2025. Sin embargo, esta ambición se ve afectada por la falta de actualización en los planes de desarrollo municipal, lo que limita significativamente el acceso a nuevas reservas de tierras.
Alberto de la Llave Lara, presidente de la Cámara, ha subrayado que sin la colaboración de los ayuntamientos, será un desafío visualizar un aumento en la construcción de viviendas de bajo costo. Es importante recordar que en 2010 se alcanzó una cifra histórica de 22,500 unidades en el estado, un objetivo que hoy parece bastante lejano, considerando la situación actual.
Otro aspecto crítico mencionado por De la Llave es la insuficiencia de servicios básicos como agua, drenaje y energía en las áreas donde podrían desarrollarse nuevos proyectos. Estas carencias obstaculizan el avance en construcción, a pesar de la demanda que continúa siendo alta, un fenómeno también exacerbado por la pandemia de COVID-19 y la eliminación de programas que anteriormente respaldaban la producción de vivienda.
En el municipio de Puebla, un déficit de vivienda social afecta a alrededor de 180,000 personas que poseen créditos, pero no pueden acceder a inmuebles en el mercado que se encuentran entre 500,000 y 600,000 pesos. Esta realidad resalta la necesidad urgente de estrategias que permitan un mejor aprovechamiento de los terrenos en manos de los desarrolladores.
De la Llave sostiene que si las autoridades locales se enfocan en crear un banco de tierras, el sector se comprometería a aumentar la construcción de vivienda social, un compromiso prometido por los asociados de Canadevi. La propuesta de su antecesor, Ariosto Goytortúa López, indicaba la necesidad de al menos 120 hectáreas de terrenos en la zona metropolitana, donde la demanda de vivienda es más intensa.
Particularmente, muchos trabajadores con créditos desean utilizar esos fondos en municipios cercanos como San Andrés Cholula, San Pedro Cholula, Amozoc y Cuautlancingo, áreas donde la proximidad a parques industriales eleva el interés por vivienda.
Por último, la instucción de De la Llave es clara: es fundamental que las autoridades actúen como coadyuvantes, similar a lo que ya ocurre en otros estados, para normalizar el valor de la tierra y así beneficiar a las familias que buscan acceso a una vivienda a través del Infonavit. Aseguró que si se logra al menos un 40% de la reserva proyectada, se podrá planear de manera más efectiva los futuros proyectos de inversión, evitando así la tradicional construcción sobre lo disponible.
Este análisis de la situación de la vivienda en Puebla pone de manifiesto la interdependencia entre los desarrolladores y las políticas municipales, resaltando la importancia de un enfoque colaborativo para atender la creciente demanda habitacional que enfrenta la región.
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