Gustavo Cordera, ex vocalista de la banda argentina Bersuit Vergarabat, causó gran polémica en el 2016 por unas declaraciones en las que aseguraba que “hay mujeres que necesitan ser violadas”. A raíz de este conflicto, fue condenado por incitación a la violencia colectiva y el desprecio por la mujer y condenado a un año y media de prisión condicional. Actualmente, en una entrevista para Columna Digital México, habla sobre cómo ha aprendido de su error y cómo ha utilizado su música como herramienta de sanación.
Cordera asegura que su intención no era lastimar a nadie con sus palabras, sino invitar a las mujeres a participar en la construcción de un mundo mejor. Reconoce que fue una gran falta de respeto hacia ellas y que ha trabajado en su interior para comprender y mejorar. “Hoy en día me siento más maduro, más humano, más reflexivo, más tranquilo y más consciente”, afirma.
El músico reconoce que ha utilizado su música como una forma de sanación y terapia personal. Ha reflexionado y se ha dado cuenta de que sus canciones son una muestra de sus heridas, y que al compartirlas con su público no solo se sana a sí mismo, sino que puede inspirar a los demás a hacer lo mismo. “Yo hago canciones para salvarme la vida, y siempre han tenido esa función: contar las penas y hablar de los dolores. Soy un cantor, un sanador, un chamán”, dice.
A pesar de las consecuencias negativas que ha tenido su frase, la controversia no ha afectado a su carrera musical. Actualmente se encuentra en una gira por México, donde ha sido muy bien recibido por sus fans. También ha trabajado en proyectos sociales, como la fundación Todesca, que se encarga de brindar apoyo a jóvenes que sufren de violencia y adicciones.
En definitiva, Gustavo Cordera ha aprendido de su error y ha utilizado su experiencia para crecer y sanar. Ha demostrado que, a pesar de las consecuencias negativas que puede tener una frase desafortunada, es posible salir adelante y seguir adelante con la música. Además, ha utilizado su fama y talento para ayudar a otros, demostrando que la música también puede ser un instrumento para el cambio social.
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