En el contexto de la alarmante escasez de agua que afecta a Puebla, pobladores de Nealtican han alzado la voz en busca de soluciones urgentes. Esta demanda se ha dirigido específicamente al director de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento de Puebla, Alberto Jiménez Merino, quien enfrenta el reto de gestionar una crisis hídrica que deja a comunidades sin acceso al agua durante largos períodos.
Puebla se encuentra en una difícil situación; se reporta que la empresa estatal Soapap, responsable de la operación de cuatro pozos, extrae anualmente cerca de seis mil millones de litros de agua, lo que ha generado desabastecimiento en diversas comunidades. Los manifestantes exigen la suspensión inmediata de estas extracciones hasta que los mantos acuíferos sean capaces de recargarse.
En respuesta a la creciente preocupación, Jiménez Merino ha prometido convocar a funciones de Soapap para discutir posibles alternativas. Se han propuesto medidas como la reducción de extracción, la recarga artificial de acuíferos a través de pozos de absorción y la captación de agua de lluvia en techos de escuelas y hogares. Además, se mencionó un plan para tratar cinco mil litros por segundo del río Atoyac, que ha sido objeto de atención por parte del gobierno estatal.
El problema del agua en Puebla no es reciente; desde la privatización del servicio bajo el esquema “Agua de Puebla para Todos” a partir de 2013-2014, las críticas hacia la empresa concesionaria han crecido. Los usuarios han reportado tarifas elevadas y un suministro deficiente, afectando particularmente a las comunidades más vulnerables. Asimismo, algunos diputados han solicitado la revocación de la concesión, alegando irregularidades en el contrato y la falta de cumplimiento por parte de la empresa.
La crisis hídrica en la región es estructural, con un alarmante 74.7% de sus municipios experimentando sequía. Las pérdidas en la red de distribución de agua alcanzan entre el 40% y el 45%, debido al deterioro de las infraestructuras. En la capital, más de 700 colonias enfrentan cortes prolongados en el suministro.
Los pobladores de Nealtican, más que una protesta local, manifiestan una demanda por justicia social y una reforma en el modelo de gestión hídrica. Sus peticiones incluyen garantizar la transparencia en contratos y finanzas relacionadas con el agua, fomentar infraestructura para recarga y saneamiento y establecer políticas que integren de manera equitativa las diversas zonas del estado.
El agua, un derecho humano fundamental, requiere un enfoque que priorice a las comunidades afectadas y busque devolver a este recurso su carácter esencial. Las acciones a seguir no solo son urgentes, sino también necesarias para garantizar un futuro sostenible en Puebla.
Esta situación refleja un desafío en la gestión del agua que podría tener repercusiones significativas en la vida diaria de millones de habitantes. La información contenida se basa en datos disponibles hasta la fecha de publicación original (2025-10-08 11:25:00).
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