Un trágico suceso ha marcado la historia de la aviación en India. El accidente del avión de Air India que se estrelló el mes pasado dejó un saldo devastador de 260 vidas perdidas. El Boeing 787-8 Dreamliner, que volaba de Ahmedabad a Londres, se precipitó a tierra poco después de despegar. En total, 241 personas a bordo y otras 19 en tierra murieron, dejando solo a un pasajero como sobreviviente.
Un informe preliminar de la Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos de India ha revelado disturbios alarmantes en el suministro de combustible de los motores del avión justo antes del siniestro. Según el documento, un piloto inquirió al otro sobre por qué el suministro de combustible había sido cortado, a lo que el segundo respondió que no había hecho tal acción. Este diálogo se dio en el contexto de un momento crítico en que los interruptores de corte de combustible fueron activados, primero en un motor y luego en el otro en un intervalo de apenas 0.1 segundos.
A medida que la aeronave comenzó a perder altitud rápidamente, uno de los pilotos transmitió un desesperado “MAYDAY”. Las torres de control, al no recibir más información, fueron testigos del trágico impacto y actuaron de inmediato, alertando a los servicios de emergencia.
Aunque el informe no establece conclusiones ni atribuye responsabilidades, también señala que la Administración Federal de Aviación de EE. UU. había emitido un boletín en 2018 que advertía sobre la posible desactivación de la función de bloqueo de los interruptores de control de combustible. Este aviso, aunque no considerado crítico, llevó a preguntas sobre el cumplimiento de Air India con las inspecciones sugeridas, que eran calificadas como “recomendadas, pero no obligatorias”.
El informe subraya que Air India cumplió con todas las directivas de aeronavegabilidad y los boletines de servicio correspondientes. La oficina investigadora ha indicado que no se requieren acciones adicionales para los operadores o fabricantes del modelo de avión y sus motores, sugiriendo que, por el momento, no hay problemas técnicos detectados.
A nivel internacional, Boeing ha expresado su compromiso de colaborar con la investigación y ha enviado condolencias a los afectados por la tragedia. Por su parte, Air India ha afirmado que está cooperando plenamente con las autoridades mientras la investigación sigue su curso.
Es importante señalar que este informe preliminar se realizó en un lapso no mayor a 30 días tras el acontecimiento, como lo estipula la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). De los 230 pasajeros que viajaban en el avión, 169 eran indios, 53 británicos, siete portugueses y un canadiense. En esta catástrofe, decenas de personas en tierra también resultaron heridas.
La investigación continúa y se prevé que una evaluación más exhaustiva del accidente puede tardar meses, con posibles cambios en el enfoque de los investigadores. La tragedia no solo afecta a las familias de las víctimas, sino que también plantea cuestiones críticas sobre la seguridad en la aviación comercial, que merecen ser abordadas de manera adecuada en el futuro.
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