En un contexto donde la educación cobra cada vez más relevancia, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) se presenta como un faro de modernidad con un enfoque profundamente arraigado en la justicia social y el compromiso con las comunidades. Durante la inauguración del Congreso Nacional “Necesidad de la Filosofía en el Bachillerato del Siglo XXI”, el secretario de Educación Pública, Mario Delgado Carrillo, resaltó la importancia de esta institución, que en 2025 celebró su 89 aniversario, considerando su papel crucial en la reivindicación de la educación como un derecho accesible para todos.
Delgado Carrillo destacó que en México tenemos, por primera vez en dos siglos de independencia, a una Presidenta científica, Claudia Sheinbaum Pardo. Esta afirmación no solo subraya un avance en la representación, sino que también invita a reflexionar sobre la importancia de la ciencia y la educación en el desarrollo del país. Rememorando las palabras del general Lázaro Cárdenas del Río, quien fundó el IPN, el secretario enfatizó que la patria no es solo un concepto abstracto, sino un hogar que debe reconstruirse con pilares sólidos que provengan de una educación inclusiva y comprometida.
El secretario manifestó que el legado del IPN radica en formar profesionales que no pierdan de vista sus raíces. Cárdenas, lejos de ver el avance científico como un fin en sí mismo, lo consideraba un instrumento potente para transformar la realidad y combatir el colonialismo y la opresión que históricamente han afectado a grandes sectores de la población. En este sentido, se perfiló una visión de progreso que se construye desde las bases del pueblo, donde el conocimiento se convierte en un motor de soberanía y autogestión.
Arturo Reyes Sandoval, director general del IPN, también hizo hincapié en la relevancia de la educación y la ciencia como herramientas de cambio social. Durante la celebración del Día del Politécnico en el Cecyt 20 “Natalia Serdán Alatriste” en Puebla, enfatizó que la institución actualmente cuenta con 93 unidades académicas distribuidas en 38 municipios de 24 estados del país. Este hecho subraya no solo su alcance geográfico, sino también su compromiso con la identidad nacional y la construcción de una sociedad más justa.
La celebración del Politécnico va más allá de los logros institucionales; representa una llamada a la acción para todos aquellos que buscan un país donde el aprendizaje y el desarrollo se alineen con los valores de justicia social y equidad. El compromiso del IPN con cada rincón del país destaca su papel como generador de cambios que pueden mejorar la calidad de vida de muchas personas. De este modo, el Instituto Politécnico Nacional se reafirma como una institución que trasciende la simple formación académica, posicionándose como un baluarte de esperanza y transformación social para las generaciones presentes y futuras.
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