El nuevo hipercentro de datos que Meta ha instalado en Talavera está siendo objeto de muchas críticas estos días. Se dice que este centro va a consumir más de 600 millones de litros de agua potable en una zona en peligro de sequía. Esto ha generado un gran malestar en la población, ya que la escasez de agua se ha convertido en los últimos años en una de las mayores preocupaciones del país.
Las consecuencias de este proyecto son preocupantes, ya que el consumo de agua que se va a realizar para mantener el centro en funcionamiento es masivo. Además, el hecho de que se trate de una zona en peligro de sequía hace que muchos ciudadanos se pregunten si no sería mejor trasladar el centro a otra ubicación. La situación es especialmente preocupante para aquellos que creen que la falta de agua podría afectar no solo al suministro a los habitantes, sino que también podría tener repercusiones importantes en el sector agrícola.
Algunas organizaciones ya han alzado la voz en contra de este proyecto, y están trabajando para que se tomen medidas para evitar que se agote el suministro de agua en la zona. Por ello, han pedido que se lleve a cabo una evaluación ambiental que determine el impacto real que este proyecto tendrá en los recursos hídricos de la región.
No obstante, a pesar de las preocupaciones de muchos ciudadanos y organizaciones, la empresa sigue adelante con su proyecto. Según la compañía, están trabajando en medidas para reducir el consumo de agua del centro, pero muchos creen que estas medidas no son suficientes.
Por lo tanto, la situación actual es muy delicada y genera gran preocupación entre la población. Los ciudadanos ven como una empresa está consumiendo agua en una zona que está en peligro de sufrir una sequía, y sin tener en cuenta las consecuencias ambientales y sociales que puedan derivarse de este proyecto.
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