La temporada navideña, a menudo asociada con alegría y celebración, también trae consigo un fuerte incremento en el consumo que, a su vez, eleva los precios y ejerce presión sobre la cadena logística. Según datos recientes, el costo medio de la cesta navideña ha experimentado un aumento del 5,1% en 2025 con respecto al año anterior, acumulando un incremento notable del 57% en la última década. En este contexto, productos esenciales como el redondo de ternera y las ostras han alcanzado niveles históricos, con incrementos de hasta el 19%, mientras que el jamón ibérico, el cordero lechal y el pavo han subido un 10%, 8% y 7% respectivamente. Incluso frutas típicamente consumidas en estas fechas, como la piña y la granada, han visto incrementos cercanos al 9%.
Ante estos desafíos económicos, la planificación se presenta como una estrategia clave que beneficia tanto al ahorro personal como a la sostenibilidad ambiental. Meritxell Hernández, experta en sostenibilidad y CEO de Roll’eat, enfatiza la importancia de planificar las compras no solo para proteger el bolsillo, sino también para cuidar el medioambiente. Según Hernández, adquirir productos con antelación no solo ayuda a evitar sobreprecios, sino que también reduce la presión sobre la logística, ya que los envíos urgentes pueden ser hasta un 30% más contaminantes que los estándares.
La sostenibilidad también depende de la forma en que consumimos. Fomentar la compra de proximidad no solo disminuye la huella de transporte, sino que también apoya la economía local. Además, elegir productos a granel y evitar envases innecesarios resulta clave para reducir los residuos que tienden a aumentar en esta época del año. Hernández subraya la relevancia de pequeños gestos: usar bolsas reutilizables, rechazar plásticos, y priorizar los alimentos sin embalaje son acciones que pueden hacer una diferencia significativa.
Incluso en las semanas previas a la celebración, todavía es posible tomar decisiones que impacten positivamente. Comprar carne y pescado ahora y congelarlos puede ayudar a esquivar los aumentos de precios que suelen ocurrir antes de Nochebuena. Asimismo, optar por productos locales en lugar de mariscos importados no solo es más económico, sino que también contribuye a la sostenibilidad. Ajustar las cantidades para evitar el desperdicio y apoyar los mercados de proximidad son acciones que no solo benefician el bolsillo, sino que también tienen un impacto ambiental.
En conclusión, la planificación exprés se erige como la mejor estrategia para disfrutar de unas fiestas navideñas con responsabilidad económica y ambiental. Este año, la sostenibilidad se refleja en cada gesto, y cada pequeña acción cuenta para hacer de la Navidad una celebración más consciente y solidaria.
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