Las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos en el ámbito de los semiconductores han escalado de manera significativa. Recientemente, la Administración Estatal de Regulación del Mercado de China determinó que Nvidia, gigante del sector, había violado las regulaciones antimonopolio del país. Esta decisión se relaciona con la adquisición de Mellanox Technologies por parte de Nvidia en 2020, un movimiento valorado en 7 mil millones de dólares.
Ante esta situación, un portavoz de Nvidia afirmó que la empresa cumple con todas las leyes y se compromete a cooperar con las agencias gubernamentales relevantes para evaluar el impacto de las regulaciones de exportación en la competencia del mercado comercial. Aunque China no ha anunciado consecuencias específicas por esta violación, la investigación continúa, lo que podría complicar las negociaciones arancelarias entre ambas naciones, que actualmente están teniendo lugar en Madrid. Aunque estas discusiones no se centran exclusivamente en semiconductores, el acceso de China a los chips de Nvidia es un punto crítico en las conversaciones.
El gobierno saliente de Biden había presentado en enero una nueva normativa conocida como la Regla de Difusión de IA, destinada a restringir la exportación de chips de IA fabricados en EE. UU. a muchos países, con restricciones adicionales específicamente para China y otros adversarios. Sin embargo, en mayo, el Departamento de Comercio de EE. UU. derogó formalmente esta regla. Pese a esta reversión, la situación de las exportaciones de chips de IA a China sigue siendo incierta.
Bajo la administración anterior de Trump, se implementaron acuerdos de concesión que estaban en vigor desde abril, limitando la exportación de chips hacia China. Más tarde, en julio, se permitió a las empresas reanudar la venta de estas tecnologías. Sin embargo, a pocas semanas, se alcanzó un acuerdo que obligaba a las empresas a ceder al gobierno estadounidense un 15% de los ingresos generados por estas ventas. En respuesta, China ha desalentado a sus empresas de adquirir los chips de Nvidia, con la última llamada de ganancias indicando que ninguno de estos chips ha logrado atravesar el nuevo proceso de exportación.
La complejidad de la situación subraya cómo las regulaciones y tensiones geopolíticas pueden interrelacionarse, afectando tanto las dinámicas comerciales como el desarrollo tecnológico en una era globalizada. Mientras tanto, el futuro de las relaciones comerciales entre las dos potencias sigue en un estado de análisis y evolución constante.
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