Este viernes la Agencia Federal de Investigación de EE UU (FBI, en sus siglas inglesas) ha cerrado el caso de la desaparición y muerte de la influencer Gabrielle Petito, cuyo cadáver fue hallado en septiembre tras varias semanas en paradero desconocido. Confirmando que su novio fue el asesino, Brian Laundrie, quien se suicidó semanas después, fue el único implicado en el crimen.
Agentes del FBI notificaron la víspera en Tampa (Florida) a la familia de Petito las conclusiones del caso. El propio Laundrie admitió el asesinato en una nota que los investigadores encontraron en su ordenador portátil.
“Todos los pasos lógicos de una investigación se han dado en este caso”, ha explicado en un comunicado el agente encargado de las pesquisas, Michael Schneider, de la oficina del FBI en Denver. “La investigación no ha encontrado que ninguna otra persona, aparte de Brian Laundrie, participara en la trágica muerte de Gabby Petito (…) El papel del público para ayudarnos ha sido de un valor incalculable, ya que la investigación fue cubierta por los medios de comunicación de todo el mundo, por lo que quiero agradecer toda la información recibida”.
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La desaparición y posterior confirmación de la muerte de Petito mantuvo en vilo a EE UU este verano, con gran repercusión mediática. La pareja había emprendido a primeros de julio un viaje en furgoneta por todo el país, una especie de año sabático reducido que la joven retransmitía casi en directo a sus cientos de miles de seguidores en las redes sociales.
La aparente imagen idílica de la pareja de veinteañeros se quebró pocos días antes de la desaparición de la chica, cuando la cámara corporal de un policía avisado por un supuesto caso de violencia machista grabó una tensa discusión entre ambos. Poco después, Petito desapareció y su novio emprendió una errática huida hacia adelante en la que recurrió al móvil de su novia para sembrar pistas falsas, intentando hacer ver que aún estaba viva. También usó sin autorización la tarjeta de crédito de la joven para sufragar el viaje de regreso a casa de sus padres en Florida desde Wyoming, según el comunicado del FBI.
Los restos mortales de Gabby Petito fueron hallados el 19 de septiembre en un parque natural de Wyoming. Los forenses determinaron que había muerto estrangulada, aunque su cadáver también presentaba varias heridas con un objeto contundente en la cabeza.
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Su familia había denunciado su desaparición una semana antes, después de que el novio regresara solo a casa de sus padres el 1 de septiembre. A la pareja se le perdió la vista en Instagram y YouTube, donde la chica relataba el viaje, a finales de agosto, apenas dos semanas después de la bronca en directo grabada por la intervención del policía, el 12 de agosto. Casi un mes después del descubrimiento del cadáver de su novia, el 21 de octubre fueron hallados los restos de Laundrie en un remoto y árido paraje natural de Florida, junto con sus pertenencias.
Una vez desaparecido de nuevo de casa de sus padres, tras negarse a responder a las preguntas de los investigadores, Laundrie terminó suicidándose de un disparo, ha concluido el FBI gracias a la confesión de culpabilidad del chico “en una nota hallada en su ordenador portátil”, localizado junto a sus restos. Desde el principio, Laundrie fue el principal sospechoso del trágico final de Gabby Petito, un caso de violencia machista retransmitido esta vez a una audiencia virtual, lo que multiplicó la dimensión del suceso.
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