La Ciudad de México se convierte en un homenaje vibrante al maíz, eje de la vida y la identidad cultural de la metrópoli, al inaugurarse la Feria del Maíz y la Agrobiodiversidad en el emblemático Monumento a la Revolución. Este evento, que se lleva a cabo del 26 al 28 de septiembre de 2025, reúne más de 200 expositores y actividades para toda la familia, resaltando la conexión entre los productores locales y los consumidores, además de fortalecer la justicia social en nuestras zonas rurales.
Clara Brugada Molina, Jefa de Gobierno de la capital, subrayó la importancia de “ruralizar” la metrópoli, dado que el 60% de su territorio está conformado por Suelo de Conservación. Este llamado busca revalorar la gran riqueza agraria y cultural que posee la ciudad, desafiando la percepción de que sólo se compone de urbanización. “La Ciudad de México no es solo el centro; es también sus pueblos originarios, su producción agroecológica y su biodiversidad”, enfatizó Brugada.
El evento no solo destaca al maíz como parte fundamental de la soberanía alimentaria, sino que también reivindica el compromiso con el legado alimentario de la ciudad, prohibiendo el maíz genéticamente modificado. Esta decisión busca impulsar el cultivo de variedades nativas, que no solo son parte de la dieta diaria, sino que también forman parte de una cosmogonía que se remonta a milenios en Mesoamérica.
Las comunidades productoras de maíz, como Milpa Alta, Tlalpan, Xochimilco y Tláhuac, son homenajeadas en esta feria, que incluye diversos concursos y actividades interactivas, como la Gran Elotiza, un intercambiador de semillas y exposiciones culturales, así como cocina tradicional que va desde tamales y atoles hasta productos del bosque.
Brugada también se comprometió a eliminar intermediarios en la cadena de suministro, asegurando que los productos del campo lleguen a los consumidores a precios justos, beneficiando así tanto a productores como a compradores. La apertura de tortillerías de maíz nativo y el programa Mercomuna son ejemplos de modelos sostenibles que se están implementando.
María Luisa Albores, en representación del Gobierno federal, también apoyó la iniciativa, prometiendo un millón de toneladas de maíz a un precio justo y reafirmando el decreto que prohíbe el maíz transgénico. Estas acciones buscan garantizar una seguridad alimentaria y renovar la confianza en el cultivo local.
Con una variedad gastronómica y cultural sin igual, la feria se convierte en un punto de encuentro para todos los capitalinos, invitándolos a explorar y disfrutar lo que su tierra tiene para ofrecer. Además, la participación del Gobierno Federal y de alcaldes resalta un esfuerzo conjunto por devolver el valor al campo y a sus productos.
La celebración del maíz, que simboliza resistencia y diversidad, vuelve a reivindicar su importancia no solo comestible, sino también cultural y ambiental al invitar a la ciudad a mantener viva su herencia agraria. Así, el evento se erige como un espectáculo que trasciende lo gastronómico, convirtiéndose en un actual llamado a la acción por el medio ambiente y la identidad.
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