Claudia Sheinbaum celebra a Malintzin en México.

El pasado 29 de noviembre de 2025, durante una conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum destacó la importancia de reivindicar la figura de Malintzin, una figura histórica a menudo malinterpretada y estigmatizada. En el marco del programa Mujeres del Maíz, diseñado para contrarrestar la discriminación contra las mujeres en comunidades indígenas, se presentó un enfoque renovado para analizar la vida y el papel de Malintzin, a quien se ha visto históricamente como traidora.

Malintzin, también conocida como La Malinche, fue una mujer que, a pesar de ser esclavizada y vendida, se convirtió en una intérprete clave durante la llegada de los españoles a México. La dramaturga Jesusa Rodríguez enfatizó que Malintzin ha sido “la intérprete más malinterpretada de la historia”, subrayando que su habilidad para hablar cinco idiomas fue fundamental para su supervivencia y para influir en decisiones estratégicas de poder de su tiempo. Esta mujer, enfrentada a circunstancias extremas, ha sido víctima de una narrativa alimentada por la misoginia y el racismo.

A lo largo de este evento, se realizaron diversas actividades culturales, incluyendo el coloquio internacional Malintzin: Mujer palabra, en el Palacio de Bellas Artes, donde se debatió sobre el legado de Malintzin. La poeta y ensayista indígena Yelitza Ruiz destacó que estas acciones son un ejercicio de reparación de la memoria, una nueva mirada que busca entender las complejidades de su historia y las injusticias que sufrió.

Sheinbaum enfatizó que, aunque Malintzin sirvió como traductora, las atrocidades cometidas durante la Colonia no pueden ser atribuidas a ella. En este sentido, rememoró las palabras del Premio Nobel de Literatura Octavio Paz, quien en su obra El laberinto de la soledad mencionó el trauma que sufren las mujeres indígenas en México. La presidenta recordó que el término “chingada” refleja una historia compleja de abuso y que es necesario revisar y entender este pasado para avanzar hacia una cultura de igualdad.

El llamado de la presidenta es claro: es fundamental discutir el machismo y la narrativa de traición en torno a Malintzin, para poder reconocer la grandeza cultural de los pueblos originarios. En sus propias palabras, reivindicar a Malintzin es una forma de reconocer a todas las mujeres indígenas y su papel crucial en la historia de México, destacando tanto a las heroínas conocidas como a las anónimas.

Sheinbaum finalizó su intervención subrayando que la propia identidad mexicana debe incluir la historia de las mujeres, promoviendo la igualdad y trabajando hacia la erradicación del machismo. Este esfuerzo forma parte de un compromiso más amplio con el Humanismo Mexicano, que busca valorar el aporte cultural y humano de todos los sectores de la sociedad.

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