En la última década, el cine de terror ha experimentado un cambio significativo. Los nuevos exponentes del género no se centran en el susto fácil sino que buscan generar una reflexión en el espectador, y es precisamente eso lo que nos recuerda la reciente sátira de terror titulada “Los zombies del capitalismo”.
Esta película, que acaba de llegar a carteleras de todo el mundo, es una comedia de terror que plantea una crítica al sistema capitalista. En ella, un grupo de empresarios multimillonarios descubren un virus que transforma a la gente en zombies. Con el fin de seguir obteniendo beneficios, deciden comercializar el virus, buscando mantener a los zombies bajo control y convertirlos en una fuerza laboral barata.
Pero esta trama no es solo una historia de monstruos y víctimas. El guionista y director de la película, Darren Lynn Bousman, utiliza la ficción para arrojar luz sobre los aspectos más oscuros del capitalismo. Mirando a través de esta película, se puede ver lo fácil que es convertirse en las personas insensibles que administran el mundo a costa de los más débiles.
La película tiene un peculiar equilibrio entre el horror y la comedia, lo que hace que su mensaje sea más accesible y fácil de asimilar. Además, “Los zombies del capitalismo” logra enviar ese mensaje sin volverse aburrida o poco emocionante, gracias a un ritmo muy bien logrado, secuencias de acción increíblemente intensas y excelentes actuaciones.
Es importante mencionar que la sátira en el cine de terror no es nueva, pero es interesante ver cómo en la actualidad, se están logrando nuevas (y efectivas) formas para llevarla al público. “Los zombies del capitalismo” ha sido un gran éxito en su primer fin de semana de estreno, y se espera que siga así en las semanas que vienen.
En definitiva, “Los zombies del capitalismo” es una película que no solo entretiene, sino que pone en jaque a nuestras creencias y nos invita a reflexionar sobre el sistema económico que rige nuestras sociedades. Esta película es una sátira ingeniosa y entretenida que nos recuerda que, a pesar de que somos zombies del capitalismo, aún podemos resistir a la máquina y a sus secuaces menos humanos.
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