El gas LP, conocido como gas licuado de petróleo, se ha consolidado como uno de los combustibles más utilizados en los hogares de México. Sin embargo, su uso conlleva riesgos; una fuga puede desencadenar situaciones peligrosas, como explosiones e incendios. Por ello, es imprescindible saber cómo detectar cualquier escape de manera oportuna y qué medidas preventivas adoptar. A continuación, se presentan importantes indicaciones sobre cómo asegurar que el tanque de gas se encuentra en óptimas condiciones.
Una fuga de gas en el hogar puede convertirse en una situación crítica. Para prevenir incidentes graves, es esencial identificar estas fugas rápidamente. Afortunadamente, esto no requiere de herramientas complicadas y, en muchos casos, el primer indicio será el olor inconfundible que presenta el gas LP. Este gas en su estado natural no tiene olor, por lo que se le añade mercaptano, un compuesto que le otorga un aroma similar al de huevo podrido, funcionando como una alarma olfativa.
Historia del gas LP
El gas LP fue descubierto a principios del siglo XX como un subproducto de la refinación del petróleo. Aunque inicialmente se utilizó como alternativa a la leña, su popularidad no creció hasta la década de 1940, particularmente en Europa, donde se pasó a usar cilindros de gas para hogares. La Segunda Guerra Mundial interrumpió su expansión, pero tras la guerra, el petróleo se estableció como el principal combustible, facilitando el uso generalizado de gas en los hogares.
Adicionalmente, el uso de gas como combustible para motores se remonta al siglo XIX, inicialmente utilizado en la industria y posteriormente adaptado para vehículos. Desde la década de 1950, su uso en transporte se ha expandido gracias a su disponibilidad creciente.
Verificando posibles fugas de gas
El primer signo de una fuga de gas es el olor característico que se menciona. Si alguna vez notas este hedor en la cocina, patio, o cerca del tanque, es una señal de alerta. En ese momento, la acción inmediata es ventilar el área y evitar cualquier fuente de ignición.
Asimismo, existe un método sencillo para confirmar la sospecha de una fuga mediante una prueba con agua y jabón, enfocándose en las conexiones y mangueras del tanque. La técnica es muy sencilla:
- Prepara una mezcla jabonosa combinando agua y detergente hasta obtener una solución espumosa.
- Aplica la solución sobre válvulas, mangueras y uniones del tanque y el regulador con una esponja o rociador.
- Observa si se forman burbujas en cualquier punto; esto indica la presencia de una fuga.
Es vital reiterar que nunca se debe utilizar fuego, como encendedores o cerillos, para detectar una posible fuga de gas, ya que esto es sumamente peligroso y puede provocar explosiones.

Foto: https://commons.wikimedia.org/
En resumen, estar informado y preparado puede prevenir situaciones de riesgo en el hogar. La seguridad siempre debe ser la prioridad cuando se trata de usar gas LP, un recurso valioso en nuestros días.
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