Banamex, con su rica historia y sólida estructura, se encuentra en una encrucijada al ocupar actualmente el cuarto lugar entre los grupos financieros más grandes de México. La llegada de Fernando Chico Pardo despierta una gran expectativa: ¿podrá este empresario devolver a Banamex a su lugar de honor?
A pesar de seguir siendo un gigante, con 13.6 millones de clientes en Banca de consumo y 8.6 millones en Afore, Banamex ha perdido su liderazgo. Actualmente maneja más de un billón de pesos en activos y cuenta con una red de 1,300 sucursales. Con la entrada de Chico Pardo, conocido por su trayectoria en Wall Street y su asociación con Carlos Slim, surge la pregunta sobre los planes futuros para la institución.
Chico Pardo, principal accionista de ASUR, una empresa valorada en aproximadamente 170,000 millones de pesos, es conocido por operar 16 aeropuertos, entre ellos los de Cancún y San Juan en Puerto Rico. Para adquirir el 25% de Banamex, ha comprometido 42,000 millones de pesos, lo que le otorgará el control sobre la entidad cuando Citi ponga a la venta sus acciones en 2026. Es importante mencionar que Citi no planea abandonar México, ya que competirá directamente con Banamex en el segmento de Banca Patrimonial y Empresarial, que aunque cuenta con un número reducido de clientes, son considerablemente más rentables.
El escenario competitivo para Banamex es complejo. En la parte alta, los bancos españoles BBVA y Santander tienen firmemente posicionadas sus operaciones, mientras que Banorte se convierte en un competidor significativo en términos de prestigio. Además, la digitalización trae consigo desafíos de nuevos actores como Nu y Mercado Pago, que atraen a las generaciones más jóvenes y a nichos previamente desatendidos por la banca tradicional.
La transacción representa una buena noticia para el gobierno de Claudia Sheinbaum, que ve en la inversión de 2,300 millones de dólares la revitalización de una institución de importancia sistémica que había permanecido en venta durante tres años. En contraste con la gestión del gobierno anterior, la decisión de permitir la entrada de Chico Pardo señala un cambio hacia un enfoque más pragmático, donde la intervención del Estado es menos visible.
A través de esta operación, el gobierno destaca que el comprador es un grupo mexicano, marcando un paso hacia la recuperación del sistema bancario nacional que había visto una creciente extranjerización durante el periodo neoliberal. La relevancia de un Banamex revitalizado podría ser crucial para la economía del país, dado que Chico Pardo posee una vasta experiencia en infraestructura, lo que podría traducirse en financiamiento para proyectos necesarios.
No obstante, persiste la interrogante: ¿cuáles son los planes concretos de Chico Pardo y cuánto tiempo tomará implementar su visión en Banamex? Comparando cifras, los 2,300 millones de dólares que se destinarán para la adquisición del 25% del banco son una fracción de los 12,500 millones pagados por Citi en 2001 por lo que, en su momento, era el mayor banco de México. Un cuarto de siglo después, aunque el banco tiene un valor menor, su marca sigue siendo fuerte dentro del sector.
El sistema financiero ha experimentado transformaciones significativas en estas tres décadas, pero muchas dinámicas parecen mantenerse constantes. Con estos cambios en el panorama de Banamex, el futuro de la entidad y su papel en el sistema bancario mexicano es un tema a seguir de cerca.
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