En los últimos meses, la relación entre México y Estados Unidos ha estado marcada por un creciente número de quejas por parte de la administración estadounidense, convirtiendo a México en un objetivo recurrente en asuntos que afectan el comercio y la cooperación bilateral. Recientemente, el país ha sido incluido en una lista negra elaborada por la USTR, la autoridad máxima en comercio exterior de Estados Unidos, citando como principal problema el combate ineficaz a la piratería.
La inclusión de México en esta lista representa un dificultoso desafío a medida que se acerca la renegociación del T-MEC, programada para 2026. Este informe pone de relieve la alarmante situación de la piratería en el territorio mexicano, donde las tasas continúan siendo inquietantemente altas en cuanto a derechos de autor. La falta de acción efectiva en este ámbito puede ser utilizada por Estados Unidos como justificación para imponer mayores restricciones y reclamar responsabilidades en otros asuntos, tales como aranceles, migración y el control de sustancias como el fentanilo.
Las quejas vertidas por la USTR destacan que México no solo enfrenta un alto nivel de piratería digital, especialmente en música y películas, sino que también existen serios cuestionamientos sobre la fabricación y comercialización de productos falsificados, incluyendo medicamentos. La incapacidad del gobierno mexicano para abordar eficientemente estos problemas, sumada a la crítica sobre la ineficacia de los procesos legales, ha suscitado la necesidad de un aumento en el presupuesto del Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual.
El informe, que aborda la situación de México en dos páginas de un documento más extenso de 92 páginas, contrasta notablemente con el tratamiento que recibe China, un país que ha sido designado como el principal infractor en cuestiones de piratería. En total, la USTR incluye a 26 países en su reporte, dividiéndolos entre aquellos que presentan problemas severos, como México, China e India, y aquellos con anomalías más manejables, como Canadá y Brasil.
A pesar de que se han tomado algunas medidas, como la Operación Limpieza, la percepción de ineficacia persiste, especialmente en mercados conocidos por su fuerte presencia de productos piratas y falsificados, como San Juan de Dios y Tepito. Este estado de cosas representa no solo un riesgo para la salud de la economía mexicana, sino que también ha llegado a ser un punto sensible en el contexto de las negociaciones del T-MEC.
A medida que México enfrenta un cambio de enfoque en su relación con Estados Unidos, la cuestión de la piratería se manifiesta como una oportunidad crucial para abordar este problema en lugar de convertirse en un obstáculo para el futuro comercial. Es un momento decisivo en el que la respuesta del gobierno mexicano y su capacidad para reformar leyes y procedimientos podría determinar el rumbo de su relación bilateral y, por ende, el bienestar de miles de empresas nacionales afectadas por estas prácticas ilegales.
La información presentada proviene de un análisis del contexto de la piratería en México tal como fue presentado en 2025. Es esencial considerar que este tema está en constante evolución, y las acciones que tome México en el futuro tendrán un impacto significativo en su posición en las relaciones comerciales internacionales.
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