Corea del Norte planea ofensivas tras misil.

El tenso panorama en la península de Corea se intensifica tras los recientes acontecimientos. No Kwang Chol, ministro de Defensa de Corea del Norte, ha declarado que el régimen norcoreano implementará acciones “más ofensivas” contra sus “enemigos” tras el lanzamiento de un misil balístico hacia el mar de Japón. Esta provocación ocurre poco después de la visita del secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, a la Zona Desmilitarizada entre Corea del Norte y Corea del Sur, destacando la delicada situación regional.

En un comunicado emitido por la agencia estatal KCNA, No Kwang Chol expresó que todas las amenazas que invadan la “esfera de seguridad” de Corea del Norte se convertirá en objetivos directos de la República Popular Democrática de Corea (RPDC). La declaración enfatiza que el país está preparado para responder a cualquier amenaza, alineando su postura con un enfoque más agresivo en defensa de su seguridad. Esta actitud se justifica, según el ministro, por recientes ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur y Estados Unidos, que fueron considerados como una manifestación de hostilidad hacia el régimen norcoreano.

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“Esta es una cruda revelación y una expresión intencional de su naturaleza hostil”, aseguró No Kwang Chol, quien también argumentó que la RPDC no tiene opción más que responder ante la “hostilidad” estadounidense. Preguntándose retóricamente acerca de las expectativas del mundo, el ministro comentó sobre la falta de alternativas disponibles para su país en este contexto.

Desde la perspectiva de Estados Unidos, el Mando Indo-Pacífico ha reafirmado que el reciente lanzamiento del misil no representa una amenaza directa para sus fuerzas o territorio. Sin embargo, describen el movimiento como “desestabilizador”. La comunicación constante con sus aliados se mantiene firme, en un esfuerzo por asegurar la defensa del territorio estadounidense y de sus socios en la región.

Por su parte, Corea del Sur ha condenado enérgicamente las acciones de su vecino del norte. El Ministerio de Defensa surcoreano expresó su descontento por el rechazo de Corea del Norte a la cooperación militar bilateral y lamentó el aumento en las tensiones. En un comunicado, se denunciaron los lanzamientos de misiles balísticos y se instó a Pyongyang a cesar cualquier acción que comprometa la estabilidad regional.

Este nuevo capítulo se desarrolla en medio de sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos a ocho ciudadanos norcoreanos, en respuesta a actividades ilícitas. Las restricciones se centran en delitos cibernéticos y blanqueo de capitales, generando una reacción de Corea del Norte que promete hacer frente a tales medidas con “respuestas adecuadas”.

A medida que las tensiones escalan en la península de Corea, la situación sigue siendo un punto focal de preocupación internacional, dejando en juego no solo la seguridad regional, sino también la estabilidad mundial. Con amenazas y provocaciones en el horizonte, el diálogo y la diplomacia parecen más necesarios que nunca.

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