Varios líderes árabes han alzado sus voces en crítica a Israel tras un ataque que apuntó a líderes de Hamás en Doha, generando varias víctimas mortales, aunque sin afectar a los altos mandos de los paramilitares palestinos. Esta condena se produjo durante una cumbre de emergencia convocada este lunes en la capital catarí.
Este encuentro, de carácter panárabe, tuvo como objetivo forjar una respuesta unificada ante el ataque, que incluso recibió críticas desde Estados Unidos, debido a la clara violación de la soberanía territorial de uno de sus aliados más importantes en la península arábiga. La declaración final del encuentro subrayó la necesidad de que los estados miembros adopten “todas las medidas legales y efectivas posibles para evitar que Israel continúe con sus acciones contra el pueblo palestino.”
Previo a la cumbre, hubo discusiones sobre la posibilidad de restringir el espacio aéreo a vuelos israelíes o bien reducir los lazos diplomáticos con Israel. Sin embargo, las diferencias internas entre los países presentes impidieron que se concretara cualquier iniciativa de cooperación substantial.
Adicionalmente, el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que incluye a Catar, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, llevó a cabo una reunión paralela a la cumbre, aunque sin que se anunciaran medidas adicionales en respuesta a estos hechos recientes.
Este contexto refleja una compleja dinámica regional en la que las acciones israelíes reavivan tensiones históricas, planteando interrogantes sobre el futuro de las relaciones en el Golfo Pérsico y entre las naciones árabes y su vecino israelí.
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