El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, asumió este sábado su cargo para el periodo 2025-2029, tras ser reelecto en las últimas elecciones con un notable 55.63 por ciento de los votos válidos. En su discurso inaugural, Noboa reafirmó su compromiso de profundizar en las políticas que guiaron su corto mandato anterior, destacando su decidida “guerra” contra el crimen organizado, la apertura comercial, la atracción de inversiones y la transformación del sector energético.
Ecuador se encuentra en un momento decisivo, y Noboa, el mandatario más joven de Latinoamérica y de la historia democrática de su país, no escatimó en criticar a los gobiernos anteriores, a quienes acusó de haber perseguido a adversarios políticos y de no haber sabido aprovechar las oportunidades económicas que el país ofrece. “Este país tuvo gobiernos que perseguían a personas, y hoy tiene a un presidente y una vicepresidenta que fueron perseguidos y que hoy son autoridad”, comentó en referencia a su situación y la de su nueva vicepresidenta, María José Pinto.
Enfrentando una escalada de violencia impulsada por bandas criminales, que han convertido a Ecuador en uno de los países con mayor tasa de homicidios en la región, Noboa se comprometió a continuar con la lucha contra estas organizaciones. “Sé que mi deber no es alejarme de un conflicto que nunca se ha resuelto antes. Ese no soy yo, ese no es mi ADN”, afirmó, respaldando a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional en su misión de restaurar el orden. También presentó un controvertido proyecto de ley que le otorgaría prerrogativas para indultar a policías y militares acusados de excesos en el marco del conflicto armado interno.
En cuanto al sector energético, Noboa destacó la importancia de diversificar las fuentes de energía para evitar futuras crisis, como la reciente que provocó racionamientos de electricidad en el país. De hecho, anunció la intención de presentar un proyecto de ley para la utilización de energía nuclear y para aumentar la producción de gas natural del Golfo de Guayaquil, buscando atraer inversiones tanto públicas como privadas.
La inauguración de Noboa fue testigo de la presencia de delegaciones de 74 países, lo que el presidente interpretó como un símbolo de confianza en la seguridad y el desarrollo de Ecuador. Entre los dignatarios presentes estuvieron los presidentes de Colombia y Perú, evidencia del interés internacional en la dirección del nuevo gobierno.
Este periodo de liderazgo se presenta con grandes desafíos, pero también con la oportunidad de sentar las bases para un futuro más sólido en Ecuador, donde la reforma y el progreso están en el horizonte. La expectativa, tanto a nivel nacional como internacional, será seguir de cerca cómo se desarrollan las políticas anunciadas y cómo impactarán en la calidad de vida de los ecuatorianos.
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