La reciente iniciativa “Hecho en México” busca establecer una sólida estrategia de sustitución de importaciones, aunque su implementación no será inmediata ni sencilla. Especialistas del sector destacan que es crucial una cuidadosa planeación en las cadenas de valor, ya que México enfrenta limitaciones significativas en cuanto a infraestructura e industria para producir a gran escala con alto contenido nacional.
Los artículos cuyo reemplazo se contempla abarcan categorías como abarrotes, ropa, calzado y mercancías generales, pero algunos productos, especialmente electrónicos como celulares y computadoras, resultan difíciles de sustituir debido a la falta de producción local. Esta realidad fue subrayada por representantes de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), quienes informaron que la meta es llegar a un 70% de productos nacionales en el 2028, incrementando el porcentaje de productos nacionales en las tiendas de autoservicio, departamentales y farmacias.
La estrategia se origina en un contexto donde la dependencia de productos importados ha llegado a ser problemática, impulsando al gobierno mexicano a buscar alternativas que fortalezcan la economía local. El país espera sustituir aproximadamente 36,646 millones de pesos en importaciones de productos terminados, como respuesta a políticas de aranceles impuestas por países como Estados Unidos.
Sin embargo, existen retos únicos en la transición. Para asegurar el éxito del programa, las cadenas de suministro deben ser reconfiguradas, lo que requerirá identificar nuevos proveedores nacionales capaces de ofrecer productos a precios competitivos. Este proceso no será inmediato, y especialistas advierten que el compromiso está presente, pero aún queda por definir la forma en que se llevará a cabo.
Uno de los obstáculos más destacados es el suministro de productos con alto valor agregado, como los electrodomésticos y artículos procesados, donde la falta de capacidad nacional para producirlos continúa siendo un desafío significativo. Asimismo, se hace eco de la importancia de fortalecer a los pequeños y medianos productores, quienes deben integrarse como proveedores confiables en grandes cadenas comerciales.
En este panorama, se destaca la necesidad de implementar redes de financiamiento y capacitación que permitan a estos productores locales ofrecer productos de calidad, despertando así la confianza de las cadenas comerciales. La actual situación refleja un deseo de construir una economía más resiliente y menos dependiente de mercados internacionales, pero también una realidad compleja que requiere un enfoque estructural y un compromiso decidido.
Es innegable que esta transformación hacia una mayor autosuficiencia productiva enfrentará múltiples desafíos, pero también podría abrir la puerta a un futuro más próspero para la industria mexicana, siempre que se aborden de manera efectiva las barreras existentes. La información aquí presentada corresponde a la fecha de publicación original (2025-06-04 01:17:00) y refleja un momento clave en el desarrollo de políticas económicas en el país.
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