La situación del sector asegurador en México presenta desafíos significativos que demandan atención urgente. La implementación de seguros básicos para viviendas y auto ha sido un tema relevante que, lamentablemente, queda pendiente en la agenda de las autoridades. Aunque el seguro básico de autos ya es obligatorio en gran parte del país, persisten inconsistencias en su aplicación. De hecho, hay 10 entidades donde este requisito no se ha implementado plenamente, lo que significa que circulan vehículos sin la protección adecuada, sin un registro que valide este aspecto.
Los desastres naturales como temblores y tsunamis subrayan la necesidad imperante de contar con una protección efectiva, tanto a nivel familiar como nacional, considerando el impacto que estos pueden tener. Además, el sector salud enfrenta una crisis evidente que solicita una estrategia de blindaje, donde la cooperación entre instituciones públicas y privadas sea la norma.
Con la reciente llegada de Pedro Pacheco a la presidencia de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), se abre un nuevo camino hacia la mejora de este panorama. Con una trayectoria de 27 años en el sector, Pacheco, junto a Norma Alicia Rosas, directora de la AMIS, busca abordar problemas contemporáneos como el cambio climático, el uso de la inteligencia artificial y la promoción de la educación financiera. Sus experiencias son un activo valioso que responde a las necesidades de un sector que, no obstante ser uno de los más ordenados en cuanto a comunicación y acciones, todavía enfrenta importantes retos.
En este contexto, uno de los objetivos prioritarios es transformar la percepción pública de las pólizas de seguros, posicionándolas como aliadas tanto de los ciudadanos como del país en su conjunto. Los ejemplos de reconstrucción tras desastres, como en Cancún, demuestran cómo un seguro adecuado puede fortalecer la economía de las familias y, por extensión, la del país.
Propuestas innovadoras que incluyen la posibilidad de adquirir pólizas de salud privadas antes de los 65 años, seguidas por atención pública, emergen como soluciones viables. Asimismo, el cambio climático se manifiesta como una preocupación continua, lo que ha llevado a los aseguradores a prepararse ante cambios inusuales en las condiciones ambientales, impactando tanto en el sector médico como habitacional.
Los desafíos son grandes y requieren un esfuerzo concertado entre autoridades gubernamentales y representantes privados del sector. La colaboración y la alineación de objetivos son esenciales para crear un marco más robusto que aborde eficazmente estas cuestiones críticas en la actualidad.
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