Desconexión digital en CDMX, reconecta contigo mismo

En un mundo inundado de pantallas, notificaciones constantes y conexiones digitales, la necesidad de un respiro se vuelve imperiosa. En la Ciudad de México, ha ido en aumento la popularidad de experiencias diseñadas para la desintoxicación digital, que buscan ayudar a las personas a reconectar con el presente, su entorno y, sobre todo, con ellos mismos, sin la mediación de los dispositivos electrónicos.

Estas actividades van desde retiros inmersos en la naturaleza hasta talleres creativos que se llevan a cabo en el bullicioso corazón de la ciudad. El propósito común de estas iniciativas es fomentar la desconexión digital como una vía hacia el autocuidado y el bienestar emocional.

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Los participantes son invitados a dejar a un lado sus teléfonos, aunque sea por unas pocas horas, permitiendo que tanto la mente como el cuerpo se desapeguen de la incesante estimulación. En estos entornos, se practican ejercicios de atención plena, respiración consciente y silencio, fomentando interacciones directas, sin filtros o pantallas. Más que una moda pasajera, esta tendencia responde a una creciente necesidad de restablecer el equilibrio entre lo digital y lo físico.

Una de las formas más accesibles de desconexión en la CDMX son los “baños de bosque”, que son organizados por colectivos como Respira Bosque. Estos eventos consisten en caminatas guiadas en lugares como el Desierto de los Leones o Ajusco, donde los participantes recorren senderos en silencio, realizan ejercicios de respiración y practican la observación consciente del entorno natural. Aunque no es obligatorio, se sugiere mantener el celular guardado para una inmersión total en la experiencia.

Otra modalidad creciente son las sesiones de meditación guiada y mindfulness, que se pueden encontrar en espacios como Casa Florecer en Coyoacán. Estos lugares ofrecen talleres de silencio, dinámicas de atención plena y prácticas de respiración, todo en ambientes libres de distracciones tecnológicas. La idea es promover el bienestar emocional y facilitar una mayor serenidad al vivir en el presente.

Además, actividades como la escritura terapéutica, el collage y diversas formas de arteterapia están ganando adeptos. En un espacio cultural en la colonia Roma llamado Rendija, se organizan talleres que animan a los asistentes a dejar sus dispositivos y sumergirse en la creación con materiales tangibles. Estas dinámicas no solo fomentan la expresión creativa, sino que también son un medio efectivo para liberar pensamientos y emociones, lejos de las interferencias digitales.

Desconectar digitalmente ofrece beneficios tangibles: reduce el estrés, mejora la calidad del sueño y potencia la concentración. Al disminuir la sobrecarga de estímulos, se fortalecen la creatividad, la memoria y los vínculos interpersonales. Aquellos que deseen unirse a estas actividades deben considerar avisar con antelación que estarán sin conexión, llevar ropa cómoda y mantener una mentalidad abierta hacia la experiencia.

En un contexto urbano donde la tecnología regula el ritmo de vida, encontrarse con uno mismo en un momento de pausa puede ser el primer paso hacia una existencia más equilibrada. La desintoxicación digital no se limita a la acción de apagar el celular; es, en esencia, un regreso a encender el cuerpo, la mente y el espacio compartido con el entorno.

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