En un nuevo operativo contra el robo de combustibles, se ha encontrado un túnel clandestino utilizado para transportar ilegalmente gasolina robada en Cuautepec, Hidalgo. En la operación participaron autoridades federales y estatales, y se logró la detención de diez personas. El hallazgo pone de relieve la magnitud del problema del robo de combustibles en México y sus consecuencias perjudiciales para la economía y el medio ambiente.
El túnel, que medía 120 metros de longitud y llegaba hasta una toma clandestina en un ducto de Pemex, estaba equipado con sistemas de iluminación y ventilación, lo que indica que se trataba de una operación organizada y sofisticada. Las tomas clandestinas en los ductos de Pemex son una práctica ilegal común en México, que ha sido atribuida a grupos criminales que extraen y venden el combustible robado en el mercado negro.
El robo de combustibles, conocido como huachicoleo, es un problema grave en México. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha descrito el problema como un “cáncer” que está causando grandes pérdidas a la economía del país. Según estimaciones, el robo de combustibles representa una pérdida de unos 3.000 millones de dólares al año para Pemex, y ha contribuido a la escalada de la violencia en algunas zonas del país.
La lucha contra el huachicoleo es un desafío complejo, que exige la colaboración de todos los niveles de gobierno, así como la participación activa de la sociedad civil. Las autoridades han intensificado los esfuerzos para combatir esta práctica delictiva, pero todavía queda mucho por hacer. Es fundamental que se adopten medidas efectivas para erradicar el robo de combustibles y sus consecuencias negativas para el país.
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