¿Deseas mejorar tu sueño? Prueba yoga.

Muchas personas buscan hacer ejercicio como una forma de mejorar su calidad de sueño. Diversos estudios han demostrado que la actividad física puede facilitar la conciliación del sueño y contribuir a mantenerlo durante toda la noche. Sin embargo, surge una pregunta de alta relevancia: ¿cuál es la rutina de ejercicios más efectiva para lograr este objetivo? Para aclarar esta incógnita, un equipo de investigación de la Universidad Deportiva de Harbin, en China, llevó a cabo un exhaustivo estudio.

El equipo examinó un total de 30 ensayos clínicos realizados en más de una docena de países, donde se exploraban distintas rutinas de ejercicio y su impacto en el descanso. En análisis previos, comúnmente se comparan solo dos tipos de ejercicio y sus efectos. Sin embargo, los investigadores decidieron desglosar cada rutina de ejercicio, estudiando individualmente la intensidad y la duración.

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Como resultado, concluyeron que la rutina más efectiva para mejorar la calidad del sueño es practicar yoga de alta intensidad dos veces por semana. Un hallazgo interesante es que la duración del ejercicio es incluso más importante de lo que podría parecer inicialmente.

En su análisis, los investigadores clasificaron los diferentes ejercicios en base a su impacto y, sorprendentemente, encontraron que el yoga tenía los mejores efectos sobre el sueño. Esto se puede atribuir no solo a la actividad física en sí, sino también a los patrones de respiración controlada que facilitan la activación del sistema nervioso parasimpático, la parte del sistema nervioso autónomo encargada de regular procesos involuntarios como la frecuencia cardíaca. Esta regulación puede favorecer un estado de relajación, e incluso se ha sugerido que podría tener efectos benéficos sobre el dolor artrítico.

Se identificó que sesiones de yoga de alta intensidad, de menos de 30 minutos, realizadas un par de veces por semana, son ideales. Es sorprendente que, si las sesiones se extienden más allá de este tiempo, el efecto podría ser contraproducente. Se sospecha que esto se debe a la liberación excesiva de cortisol, una hormona relacionada con el estrés, lo que dificultaría la conciliación del sueño. Por tanto, para aquellos que prefieren practicar yoga antes de dormir, se recomienda optar por sesiones cortas.

Sin embargo, este estudio presenta algunas limitaciones. Aunque se identifica claramente el yoga como el tipo de ejercicio más efectivo para mejorar el sueño, otros métodos como caminar, el entrenamiento de resistencia y el ejercicio aeróbico también ofrecen beneficios. Aún así, se enfatiza que el yoga resalta entre los demás.

El paso siguiente para estos investigadores será examinar de forma más específica los efectos del yoga en una muestra diversa, abarcando diferentes grupos de edad y géneros. Esta exploración busca proporcionar un panorama más concluyente sobre cómo el yoga puede influir en la calidad del sueño.

Hasta que se disponga de resultados adicionales, los investigadores insisten en que, en general, cualquier forma de ejercicio físico es beneficiosa para dormir mejor. Por lo tanto, lo más recomendable es elegir la actividad que se disfrute más, ya que el ejercicio siempre será un aliado en la búsqueda de un mejor descanso.

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