La lucha por la memoria y la paz en Colombia
El 6 de noviembre de 2025, se celebra un importante reconocimiento en San Francisco, donde Jesús Abad Coronado, un reportero gráfico con 33 años de experiencia documentando la violencia en Colombia, recibe el Premio a la Justicia Jon de Cortina. Esta distinción, otorgada por la organización Guernica 37, destaca la responsabilidad ante las violaciones de derechos humanos y sienta un precedente sobre la memoria histórica de un país marcado por conflictos prolongados.
Coronado, originario de Medellín y cuya vida ha estado profundamente influenciada por la violencia, reflexiona sobre su labor. Para él, “lo bonito” de su trabajo no radica únicamente en capturar el dolor, sino en buscar a los protagonistas de las historias que ha documentado, explorando sus proyectos y resiliencia. En su marco de trabajo, destaca la importancia de no solo recordar el sufrimiento, sino también la persistencia y la lucha cotidiana de las comunidades en busca de una paz duradera.
El fotógrafo ha plasmado en su obra tanto los momentos de tragedia como la esperanza que brota en medio de circunstancias adversas. A lo largo de su carrera, ha capturado “los hechos más dolorosos” de su país, convirtiéndose en una voz clave en temas de memoria, justicia y reparación. Sus imágenes no solo han servido para la memoria colectiva, sino que han sido fundamentales en sentencias judiciales, buscando reclamar justicia por las víctimas y promover la reparación moral y económica.
Coronado también participará en un taller de fotografía documental en México, organizado por el Colectivo por la Paz en Colombia. A través de esta interacción, espera “sanar” su propio proceso al compartir su experiencia en la reconstrucción de la memoria, subrayando que, a pesar del dolor, la vida sigue adelante. Su familia ha padecido la violencia de manera directa, con la pérdida de seres queridos bajo circunstancias trágicas. Esta historia personal enmarca su compromiso con el periodismo visual, que surgió como una respuesta a la brutalidad que rodeaba su entorno.
La relevancia de la fotografía en la construcción colectiva de la memoria, junto con la tradición del álbum familiar, es un concepto que Coronado resalta. Su enfoque no solo busca honrar a los ausentes, sino también reconocer y acompañar a aquellos que, a pesar de la adversidad, continúan en la lucha por la dignidad y el recuerdo. La voz de las víctimas, a menudo reducidas a estadísticas, encuentra en su trabajo un rostro y un nombre, un acto vital para evitar el olvido y promover la no repetición de las atrocidades.
El recorrido de Coronado también lo lleva a reflexionar sobre cómo sus fotografías se utilizan en la educación de las nuevas generaciones. Su labor ha trascendido el tiempo y el espacio, aportando a la formación de una conciencia crítica en Colombia y más allá. Afirmando que la búsqueda de paz es relevante globalmente, establece un vínculo con principios universales que afligen a otras naciones en conflicto.
Con un enfoque en el impacto emocional y transformador de su trabajo, Coronado ha sido reconocido por su contribución a la paz y la justicia, recibiendo otros premios destacados en años recientes. Al abordar el espinoso legado de la violencia desde una mirada humana, su fotografía no solo documenta, sino que también ofrece un camino hacia la reconciliación y la esperanza compartida.
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