La deuda que el gobierno mexicano mantiene con los laboratorios nacionales sigue siendo fuente de preocupación. Aunque estos laboratorios han destacado que ha habido avances en las mesas de conciliación para determinar el monto exacto de lo que se adeuda, persisten los pasivos de años anteriores sin una fecha definida de pago. En este contexto, resulta llamativo que la mayoría de los pagos realizados hasta el momento han ido destinados a empresas extranjeras, mientras que la deuda con los laboratorios nacionales, que asciende a entre 2,000 y 2,500 millones de pesos, continúa acumulándose.
De esos adeudos, aproximadamente 1,000 millones de pesos son herencia del antiguo Insabi, que ha dejado un desorden administrativo significativo a su paso, complicando la organización de cuentas y la gestión de las deudas correspondientes. Juan de Villafranca, presidente de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (Amelaf), ha expresado que, a pesar de esta situación, los laboratorios nacionales siguen cumpliendo con las entregas de medicamentos asignadas y participando en las licitaciones del gobierno.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, señaló recientemente que su administración ha abonado cerca de 15,000 millones de pesos en deudas anteriores. Sin embargo, la situación es muy clara: aunque se han realizado pagos, la deuda restante se encuentra entre 5,000 y 7,000 millones de pesos, una disminución respecto al pasivo que llegó a ser superior a 10,000 millones de pesos.
La contradicción entre lo que el gobierno afirma y lo que los laboratorios reportan es evidente; ambos coinciden en la existencia de un proceso de conciliación y en el monto de las deudas. Sin embargo, resulta inquietante que las empresas nacionales, que conforme a su tamaño deberían recibir atención prioritaria, estén viendo sus pagos retrasados, lo que afecta su capital y limita su capacidad de operación a largo plazo.
Se espera que la Secretaría de Salud logre subsanar este desorden administrativo heredado para facilitar los pagos pendientes, promoviendo así un entorno más favorable para la industria farmacéutica nacional.
En un ámbito paralelo, el Banco de México ha tomado la decisión de recortar su tasa de referencia en 25 puntos base, colocándola en 7%. Este movimiento se produjo a pesar de que la inflación general cerró en 3.80% anual en noviembre, un incremento frente al 3.57% registrado en octubre. Banxico espera que la inflación alcance su objetivo de 3% hacia el tercer trimestre de 2026, con proyecciones de repuntes estacionales en los precios para el cuarto trimestre de 2025.
En resumen, el panorama actual de la deuda entre el gobierno y los laboratorios nacionales es complejo y necesita atención inmediata. La combinación de ineficiencias administrativas y pagos prioritarios a laboratorios extranjeros plantea desafíos graves para la sostenibilidad de la industria farmacéutica en México. En esta delicada situación, la celeridad con la que se resuelvan los conflictos administrativos será crucial para el futuro de los proveedores nacionales y, en última instancia, para el sistema de salud en el país.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial. No olvides comentar sobre este articulo directamente en la parte inferior de esta página, tu comentario es muy importante para nuestra área de redacción y nuestros lectores.

![[post_title]](https://columnadigital.com/wp-content/uploads/2025/10/Generate-another-title-with-the-Several-users-reportedly-complain-to-75x75.jpg)
