El luto inunda al mundo del fútbol tras el trágico accidente de tráfico que costó la vida a dos destacados jugadores: Diogo Jota y su hermano, André. Los hermanos viajaban en un Lamborghini que, según las investigaciones preliminares, pudo haber sufrido el reventón de un neumático mientras realizaban un adelantamiento. Este percance condujo al vehículo a salirse de la vía, prenderse en llamas y, lamentablemente, quedar completamente calcinado.
Los valientes bomberos que acudieron al lugar del siniestro hicieron todo lo posible para evitar que las llamas se propagaran a la vegetación circundante; sin embargo, no lograron salvar a las víctimas del desastre. Posteriormente, los cuerpos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Zamora, donde se llevaron a cabo las autopsias y se realizaron pruebas de ADN para confirmar oficialmente la identidad de los fallecidos. La Junta de Castilla y León no tardó en activar equipos de apoyo psicológico para ofrecer asistencia a la familia afectada en este doloroso momento.
Diogo Jota, una figura brillante en el mundo del deporte, había celebrado su matrimonio apenas diez días antes del accidente con su prometida, Rute Cardoso. Las imágenes de su ceremonia de boda mostraban a la feliz pareja junto a sus tres hijos: Denis, nacido en 2021; Duarte, nacido en 2023; y una niña cuyo nombre aún no ha sido revelado y que llegó al mundo en 2024.
El club Liverpool, donde Jota había encontrado un hogar futbolístico desde 2020, expresó su profundo pesar al enterarse de la noticia. En un comunicado, el club declaró estar “destrozado” por la pérdida de su jugador y su hermano en este trágico evento en España.
Diogo Jota había recorrido un notable camino en su carrera, habiendo sido parte previa del equipo Atlético de Madrid, del FC Porto y también del Wolverhampton, donde fue compañero de Raúl Jiménez. Su hermano, André, jugaba en el equipo Penafiel, en la segunda división portuguesa. Ambos tuvieron su formación inicial en las canteras del Porto, marcando así un legado familiar en el ámbito futbolístico.
Pedro Proença, presidente de la Federación Portuguesa de Fútbol, se sumó a las muestras de condolencias, lamentando la pérdida de “dos campeones”, señalando que su desaparición es una pérdida irreparable para el fútbol portugués. En una muestra de solidaridad, el subdelegado del Gobierno español en Zamora, Ángel Blanco, también expresó su pésame.
Esta tragedia ha suscitado una profunda sensación de tristeza en el deporte y entre los aficionados, resaltando la fragilidad de la vida y la sorpresiva naturaleza del destino. Mientras las investigaciones continúan, el legado de estos talentosos futbolistas quedará grabado en el corazón de muchos.
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