El 2 de octubre marca un hito en la historia del fútbol mexicano: se cumplen 20 años del histórico triunfo de la Selección Mexicana en el Campeonato Mundial Sub-17, celebrado en Perú. Esta generación dorada no solo logró alzarse con el trofeo, sino que también dejó una marca imborrable en el corazón de los aficionados.
A dos décadas de esa hazaña, el panorama del equipo es agridulce. Muchos de los talentos que brillaron en 2005 han colgado los botines, pero un futbolista permanece en activo: Héctor Moreno, cuyo viaje por el fútbol europeo es aclamado. Moreno ha disputado partidos en destacadas ligas, como las de los Países Bajos, España e Italia, y actualmente representa a los Rayados de Monterrey en México.
Carlos Vela, quien fue el goleador y la figura central de ese Mundial, tuvo una carrera dividida entre Europa y la MLS. No obstante, en 2023, anunció su retiro, dejando atrás un legado de talento que lo posicionó como uno de los mejores futbolistas mexicanos.
Giovani Dos Santos, otro nombre prominente de esa generación, tuvo un inicio prometedor en el FC Barcelona, pero su trayectoria se desvió con el tiempo. Actualmente no se encuentra en ningún club desde 2021, reflejando un descenso en comparación con su potencial inicial.
Adrián Aldrete, aunque no tan mediático, ha demostrado ser un jugador consistente en la liga mexicana, participando en más de 500 partidos. Se espera que su retiro sea oficial en 2024, marcando la conclusión de una carrera respetada.
Patricio Araujo, quien ocupó el rol de capitán en el torneo, también transitó por varios clubes, aunque su carrera no despegó como se esperaba. Recientemente ha hecho apariciones en reality shows en México, lo que demuestra su capacidad de reinvención.
Entre otros, Ever Guzmán y César Villaluz enfrentaron desafíos en su desarrollo profesional. Guzmán pasó por múltiples equipos sin poder consolidar su posición en el fútbol mexicano, mientras que Villaluz, tras sufrir una grave lesión, nunca logró recuperar el esplendor prometido, aunque todavía juega en el ámbito semiprofesional.
Por su parte, Omar Esparza y Sergio Arias observan su legado desde una perspectiva diferente. Esparza, reconocido por su paso en Chivas y Pachuca, ha mantenido su conexión con el deporte a través del proyecto “Leyenda de Chivas”. Arias, tras un periodo de lucha contra las lesiones, ahora se dedica a formar a nuevos arqueros, contribuyendo al desarrollo del fútbol enMéxico.
Finalmente, Efraín Juárez, después de una trayectoria que incluyó éxitos en Europa y un regreso triunfal a México, ha dado pasos hacia la dirección técnica y ha alcanzado éxitos importantes en Colombia al frente de Atlético Nacional.
La generación que glorificó al fútbol mexicano en 2005 está en sus últimos momentos. Con la inminente despedida de Héctor Moreno, la historia de estos jóvenes prometedores nos recuerda que el tiempo avanza, pero su legado perdurará en cada rincón del país, como un símbolo de lo que el fútbol puede alcanzar.
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