A medida que se acerca el Día de Muertos, en Ciudad de México se despierta el espíritu festivo que acompaña a esta tradición llena de colores y sabores. Para quienes buscan deleitarse con los clásicos de la temporada, se destaca una panadería que se ha convertido en un destino imprescindible: Rulce. Este local ha sabido reinventar el pan de muerto, ofreciendo opciones únicas que prometen sorprender incluso a los paladares más exigentes.
En este otoño, Rulce presenta cinco versiones de pan de muerto que rompen con la convencionalidad. Desde su tradicional pan, que se elabora con ingredientes de calidad como mantequilla, agua de azahar y un toque de ralladura de mandarina —que le confiere un aroma fresco y distintivo— hasta alternativas más innovadoras como el pan de muerto de chocolate con ajonjolí caramelizado, que sustituye el azúcar por una capa crujiente de semillas caramelizadas, aportando una experiencia gustativa equilibrada.
Una de las propuestas más llamativas es el pan de muerto relleno de crema de queso y mermelada de mandarina. Con un precio de 95 pesos, esta opción combina la suavidad del pan con una crema ligera y una mermelada casera que añade un perfil frutal, contrastando con la dulzura habitual. Aquellos que buscan sabores intensos encontrarán placer en el pan de muerto de chocolate relleno de crema de café, que invita a disfrutar de un equilibrio entre lo amargo y lo dulce.
Para los amantes del chocolate, Rulce también ofrece un pan de muerto cubierto de chocolate y relleno de crema de avellana, que es una variante popular y muy fotografiada, conocida como “el peligroso”, debido a su irresistible sabor. Este tipo de creatividad, que se encuentra en Rulce, es un testimonio de cómo los dulces tradicionales pueden evolucionar sin perder su esencia.
Ubicada en Roma Norte, la panadería es de fácil acceso a través del transporte público. Para llegar, se puede tomar la Línea 3 del Metro y bajar en la estación Hospital General, o la Línea 9 con destino a Centro Médico. Desde cualquiera de estas estaciones, un breve paseo de 10 a 15 minutos lleva a los visitantes hasta la panadería. Sin embargo, dado que la demanda de sus productos es alta, se recomienda consultar sus redes sociales o visitar con antelación, especialmente durante esta época del año, cuando las ediciones limitadas tienden a agotarse rápidamente.
La temporada de pan de muerto en Rulce promete ser un deleite para quienes buscan rendir homenaje a una tradición mexicana con un toque contemporáneo. Con Su deliciosa variedad, no cabe duda de que esta panadería se posiciona como un must para los entusiastas del buen comer.
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