Armand Duplantis ha vuelto a deslumbrar en el Estadio Olímpico de Tokio, donde se coronó por tercera vez como campeón del mundo en salto con pértiga, alcanzando un nuevo récord mundial de 6,30 metros en su último intento durante los Mundiales de atletismo. Este notable logro se suma a su creciente legado en este emocionante deporte.
Desde que comenzó su carrera, Duplantis ha estado en una competencia constante consigo mismo. El público ahora se pregunta no solo cómo se desempeñará, sino también con cuántos metros superará a sus oponentes. Su dominio en la disciplina es tan evidente que, durante la ronda de clasificación en Tokio, su mirada a menudo parecía perdida, reflejando un aburrimiento por la ausencia de competencia genuina.
Lo que Duplantis realmente busca son los momentos culminantes, como el que vivió en Tokio, donde el ambiente y el entusiasmo del público hicieron la diferencia. Este escenario le trajo agradables recuerdos de los Juegos Olímpicos de 2021, donde también ganó el oro, aunque esos juegos se llevaron a cabo sin espectadores debido a la pandemia. Esta vez, los aficionados nipones lo impulsaron a una victoria sólida, logrando 6,30 metros y dejando a sus rivales luchando por posiciones inferiores. Emmanouil Karalis de Grecia logró la plata con 6,00 metros, mientras que el australiano Kurtis Marschall se llevó el bronce con 5,95. La celebración de Duplantis fue un espectáculo en sí misma: saltando y compartiendo su alegría con el público, envuelto en la bandera sueca, auxilió a sus compañeros de podio en la celebración.
Uno de los momentos más conmovedores fue cuando el atleta se acercó a su pareja, Desire Inglander, con quien comparte su vida desde 2020, saltando las vallas para abrazarla y besarl en el mismo lugar que los acompañaba su familia. Esta conexión familiar es fundamental para entender la trayectoria de Duplantis, quien proviene de una familia de deportistas. Su madre, Helena, fue jugadora de voleibol y su padre, Greg, expertighista, es también su entrenador.
Desde sus inicios a los tres años, Duplantis ha venido acumulando un impresionante historial competitivo. Su carrera despegó rápidamente en 2018, cuando ganó la medalla de oro en los Europeos de Berlín y en la Liga Diamante de Estocolmo. Desde entonces, ha obtenido 2 oros olímpicos, 3 campeonatos mundiales al aire libre y 3 en pista cubierta, sumando un total de 41 victorias en la Liga Diamante, donde ha ganado cinco veces el prestigioso ‘diamante’.
La victoria de Duplantis en Tokio no solo es un hito deportivo. Además, recibió un reconocimiento económico de 70.000 dólares por ser campeón del mundo, sumado a 100.000 dólares por establecer un nuevo récord. Desde el 8 de febrero de 2020, cuando se registró una marca de 6,17 metros, Duplantis ha logrado catorce récords mundiales.
Con cada salto, el atleta sueco se distancia más del legendario Sergey Bubka, quien dominó el pasado con su oro olímpico y múltiples títulos mundiales entre 1987 y 1997.
Es relevante destacar que Duplantis ha visto crecer considerablemente su cuenta bancaria en cada récord establecido; por ejemplo, al saltar 6,17 metros, recibió un premio inicial, pero la cifra se incrementó con cada nueva marca. Actualmente, su éxito en Tokio le agrega un jugoso premio adicional de 100.000 dólares por batir el récord mundial, lo que subraya aún más el valor tanto competitivo como económico de sus hazañas.
Estos logros no solo confirman su estatura en el deporte, sino que también lo consolidan como uno de los más grandes en la historia del salto con pértiga.
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