Jamieson Greer, el titular de la Representación Comercial de la Casa Blanca (USTR), presentó recientemente un informe al Congreso de Estados Unidos sobre la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Sin embargo, un aspecto notable de su testimonio es la omisión de la migración, un tema que ha estado al centro del debate político en la actualidad.
A pesar de que el presidente Donald Trump responsabilizó a los migrantes de la pérdida de bienestar y seguridad en su mensaje a la nación, Greer no incluyó esta problemática en su análisis. Su informe sugiere que mientras se considera la revisión del T-MEC, programada para julio de 2026, es crucial ponderar el impacto de las regulaciones de control migratorio de México. En esta revisión, todas las partes deberán decidir si desean extender el acuerdo por un nuevo período de 16 años.
Alejandro Meyenberg, un destacado especialista en desarrollo de negocios entre Canadá y México, advirtió sobre la necesidad de alinear las estrategias nacionales de los tres países. Este enfoque, según Meyenberg, es vital para hacer frente a la fuerte competencia de Asia. Mientras Trump promueve la reindustrialización de sectores estratégicos en Estados Unidos, una restricción en la inmigración podría elevar los costos de la mano de obra, un factor crítico para la economía estadounidense.
Por otro lado, Canadá, con su vasta extensión territorial y población relativamente baja, podría enfrentar en un futuro cercano la urgencia de importar médicos extranjeros, especialmente provenientes de Latinoamérica. Meyenberg subrayó que para fortalecer el T-MEC se requiere una visión regional a largo plazo que incluya políticas coordinadas en torno a la migración y la mano de obra calificada.
Jesús Hernández Limones, consultor migratorio en Canadá, añadió que el T-MEC ya permite una cierta movilidad de profesionistas en la región. Sin embargo, con la próxima revisión del tratado, algunas provincias podrían implementar cambios para restringir la inmigración en sectores y áreas específicas. Hernández también indicó que el gobierno canadiense está actualizando su política migratoria, orientándose hacia una selección más rigurosa de migrantes y un enfoque en desarrollar la infraestructura necesaria para atender a una población en crecimiento.
El 20 de enero de 2025, Donald Trump firmó 10 órdenes ejecutivas relacionadas con la inmigración. Entre ellas, la Orden Ejecutiva 14165 llama a reactivar los Protocolos de Protección al Migrante (MPP), un sistema que devuelve a migrantes a México para esperar sus procedimientos migratorios en Estados Unidos, una medida que aún carece del acuerdo del gobierno mexicano.
A medida que se avanza hacia la revisión del T-MEC, es evidente que la migración no puede ser ignorada. La interconexión de las economías regionales y la urgente necesidad de colaboración en temas migratorios, laborales y de políticas públicas son esenciales para el desarrollo futuro de México, Estados Unidos y Canadá. La discusión sobre estas cuestiones no solo es crítica para el comercio, sino también para el bienestar de millones de personas en las Américas.
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