Según la Asociación Española de Pediatría (AEP) el período que abarca desde la concepción hasta que el niño cumple los 2 años, es clave para su salud futura, así lo ha apuntado en su II.
La asociación hizo hincapié en que llevar una alimentación equilibrada y practicar ejercicio físico puede hacer que el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con la forma de vida se reduzca. Enfermedades tales como hipertensión, hipercolesterolemia, diabetes o enfermedad coronaria, entre otras.
Y es que, lo que es algo desconocido que es no solo es importante el estilo de vida durante el embarazo, sino que incluso los hábitos de la mujer antes de dar a luz, las decisiones tomadas a lo largo de la gestación e incluso en los meses después del parto son cruciales para el futuro desarrollo del bebé.
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Teniendo esto en cuenta, el doctor Miguel Sáenz de Pipaón, miembro del Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la AEP y especialista del Servicio de Neonatología del Hospital Universitario La Paz de Madrid, explicó que hay ciertos momentos en los cuales ambientes concretos pueden resultar perjudiciales en el futuro.
“En el caso de la gestación, el ambiente y la nutrición que rodeen a la madre y el niño durante los dos mil primeros días que transcurren desde el momento de la concepción hasta el segundo año de vida del bebé, van a tener un impacto decisivo sobre la trayectoria de la salud a largo plazo y en el riesgo de enfermedad en la adolescencia y en la edad adulta”, apuntó el experto.
En este sentido, un peso muy bajo o excesivo en el nacimiento causado por una mala alimentación o sobrepeso de la madre predisponen una serie de alteraciones en el metabolismo que, si se mantiene en las primeras fases del crecimiento, puede incrementar el riesgo de padecer las enfermedades que mencionábamos, como la obesidad o la hipertensión.
Mientras los casos de desnutrición en la madre no son tan comunes, las embarazadas con sobrepeso sí que se están observando con más frecuencia. Y esto es preocupante porque causa el nacimiento de bebés con mayor tamaño y con más grasa, la que, si no pierden en sus dos primeros añitos de vida, pueden acabar desarrollando problemas de salud.
Como sabemos, el peso que debe ganar una mujer durante su embarazo depende del que tuviera previamente a la gestación. La media se encuentra alrededor de los 12 kilos. Aunque en el caso de mujeres con exceso de peso, la subida debe ser inferior, en torno a los 8.
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El consejo que dan los especialistas es que las mujeres sigan una dieta que sea equilibrada y con variedad de alimentos como la mediterránea, y evitar por completo las que buscan la pérdida de peso.
“Durante esta etapa es vital ingerir los micronutrientes adecuados, como vitaminas y minerales. Entre los que se encuentran el hierro, el yodo o el ácido fólico”.
Por eso, lo mejor es cuidar los hábitos alimentarios desde antes de conseguir el embarazo. Pero también es importante mantenerlos, porque, de hecho, el desarrollo del cerebro del niño comienza a tener lugar desde el tercer trimestre de gestación y cualquier modificación nutricional puede tener efectos sobre tal desarrollo.