Concebido a finales del siglo XIX, el Museo Metropolitano de Arte (Met) de Nueva York se destaca como uno de los principales custodios de la expresión artística mundial. Recientemente, el museo ha entrado en una nueva fase con la reapertura de su ala Michael C. Rockefeller, un evento que marca un hito significativo en su historia.
Este anuncio se realizó en una conferencia de prensa donde se dieron a conocer los renovados espacios de las salas dedicadas a África, Oceanía y el Arte de la Antigua América. Esta última sala, en particular, representa la culminación de una estrecha colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México.
Laura Filloy Nadal, la responsable del rediseño curatorial de esta sala, junto con Joanne Pillsbury del Met, han dedicado casi diez años a esta tarea de reconfiguración. Este esfuerzo ha permitido reunir un impresionante acervo de cerca de 700 objetos patrimoniales que abarcan desde el año 1200 a.C. hasta la llegada de los exploradores europeos en el siglo XVI. Entre estos objetos se incluyen piezas de piedra, madera, cerámica, metal, jadeíta y concha, ofreciendo un testimonio tangible de la rica diversidad cultural de las sociedades americanas pasadas y presentes.
El diseño de la nueva sala se ha enfocado en resaltar la inmensidad territorial y temporal de las culturas que habitaron el continente americano. Las galerías exhiben textiles de civilizaciones como los incas y los moche, con espacios específicos que ilustran las dinámicas comerciales y de intercambio de conocimientos que existieron entre estas culturas.
Un aspecto innovador de esta renovación es la inclusión de los nombres de los antiguos artistas, así como el uso del término “mexica” en lugar de “azteca” para referirse a los habitantes de Tenochtitlan. Esto muestra un compromiso por parte de los curadores de ofrecer una perspectiva más precisa y respetuosa de las culturas representadas.
Atractivamente, el museo no solo se interesa por su exposición física, sino que ha tomado medidas para acercarse a la comunidad migrante de Nueva York. Con horarios extendidos y recursos accesibles tanto en inglés como en español, el Met busca fomentar un sentido de pertenencia entre los visitantes de segunda y tercera generación. Se espera que estos esfuerzos fortalezcan la conexión entre los futuros visitantes y sus raíces culturales.
La importancia del Met se ve amplificada no solo por sus más de seis millones de visitantes anuales, sino también por su compromiso de proporcionar recursos multimedia en línea, permitiendo así un acceso más amplio a su acervo.
Estos cambios, sucedieron hasta el 28 de mayo de 2025, y han sentado las bases para que el Museo Metropolitano de Arte no solo continúe siendo un bastión de la historia artística global, sino que también se vuelva un espacio inclusivo que refleja las diversas narrativas culturales de sus visitantes.
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