El sector manufacturero en México continúa enfrentando un periodo complicado, reflejado en los recientes datos de empleo del mes de agosto. Este segmento, vital para la economía nacional, experimentó un retroceso del 0.5% mensual y un alarmante descenso del 2.7% en comparación con el año anterior, marcando ya la trigésima caída interanual consecutiva.
Los datos acumulados hasta la fecha revelan una disminución del 1.7% en la nómina manufacturera, con caídas registradas en 10 de las 21 ramas analizadas por la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM) del Instituto Nacional de Geografía y Estadística. Las ramas más afectadas incluyen la Fabricación de Equipo de Transporte, que vio un declive del 7.2%, seguida de Insumos Textiles y Acabado con una baja del 5.6%, y sectores como Cuero y Piel (-4.5%), Madera (-3.4%) y Vestido (-3.3%).
La actividad industrial general también reportó cifras negativas, con una disminución del 0.3% mensual y un descenso interanual del 2.7%. A lo largo de los primeros ocho meses del año, el descenso acumulado de 1.7% contrasta con un avance del 1.2% durante el mismo periodo del año anterior, lo que indica un estancamiento preocupante en la producción industrial.
Este desempeño en el sector manufacturero se ha traducido en un impacto directo en el empleo. Durante septiembre, se reportó la pérdida de casi 120,000 puestos de trabajo en comparación interanual, un golpe difícil para un sector que representa el 26.4% de la nómina nacional registrada ante el IMSS y que históricamente ha sido el mayor generador de empleo formal en el país.
En contraste con el retroceso en manufactura, los sectores agropecuario y de servicios han mostrado avances, lo que subraya aún más las dificultades que enfrenta la industria. La situación actual plantea retos significativos para los empresarios y los trabajadores del ramo, quienes buscan respuestas para impulsar la recuperación en un entorno económico que, hasta ahora, ha sido adverso para el sector.
Con el cierre de este año a la vista, el panorama para la manufactura en México es incierto, y todos los ojos están puestos en la posibilidad de un cambio que permita revertir estas tendencias negativas y recuperar la estabilidad en un sector crucial para la economía del país.
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