La inminente imposición de un arancel al tomate mexicano por parte de Estados Unidos podría tener repercusiones alarmantes para la economía mexicana. Más de 200,000 empleos, tanto directos como indirectos, están en riesgo, afectando principalmente a los estados productores como Sinaloa, San Luis Potosí, Michoacán y parte de Baja California. Este impacto no solo afectaría a los agricultores locales, sino que también repercutiría en los consumidores estadounidenses, quienes disfrutan de una significativa proporción de tomates provenientes de México.
Juan Carlos Anaya, director general de Grupo de Consultores de Mercados Agrícolas, subraya que Estados Unidos representa el principal mercado para el tomate mexicano, con seis de cada diez tomates consumidos en el país vecino originándose en México. La reducción de estas exportaciones está experimentando ya una caída significativa: hasta mayo de este año, el volumen de exportaciones ha visto una disminución del 6%, y el valor de mercado ha bajado un preocupante 11.6%. Esta inestabilidad se atribuye a la disminución en la producción de tomate en México y la creciente incertidumbre en torno a un posible arancel.
Anaya también cuestiona la base justificativa para la implementación de dicho arancel, argumentando que México ha cumplido con el acuerdo de suspensión que establece precios mínimos, lo que refuerza aún más la ineficacia de tales medidas comerciales.
Sinaloa lidera la producción de tomate con un 16.8% del total, seguido de San Luis Potosí (16.1%) y Michoacán (9.4%). A nivel mundial, México contribuye con casi el 26% de las exportaciones totales de tomate, que alcanzan más de 7.1 millones de toneladas. En este contexto, el país se posiciona como el séptimo productor global, con China ocupando el primer lugar.
Los efectos de un arancel podrían ser devastadores no solo para los agricultores, sino también para el ecosistema de comercio y consumo entre México y Estados Unidos. La tensión sobre este asunto continúa creciendo, reflejando la importancia vital que tiene el tomate en la economía y el estilo de vida transfronterizo, un verdadero pilar entre ambos países.
Con estos desafíos en el horizonte, el sector agrícola mexicano enfrenta una encrucijada, donde la estabilidad y las oportunidades de empleo están en juego, destacando la necesidad de un diálogo continuo y constructivo en las relaciones comerciales entre naciones. Esta información se basa en datos disponibles hasta el 15 de julio de 2025 y refleja la situación actual del sector.
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