A medida que las hojas comienzan a cambiar y el aire se siente más fresco, el regreso a la rutina escolar marca un claro indicio: el otoño está a la vuelta de la esquina. La llegada oficial de esta encantadora estación se produce con el equinoccio de otoño, que tendrá lugar en el Hemisferio Norte el lunes 22 de septiembre a las 11:19 a.m. PT. Si bien las fechas pueden variar ligeramente año a año, el equinoccio casi siempre se presenta en torno a esta fecha.
Pero, ¿qué es exactamente el equinoccio? Su nombre proviene de una mezcla de palabras latinas que significan “igual” y “noche”, y se refiere a los dos momentos del año en que la inclinación del eje de la Tierra permite que la duración del día y la noche sea casi equitativa en todos los puntos del planeta. Esta singular alineación significa que el sol brilla directamente sobre el ecuador, ofreciendo un equilibrio en la distribución de luz y oscuridad a través de ambos hemisferios.
Durante este fenómeno, que también se observa en otros planetas con inclinación en su eje, como Saturno y Neptuno, la Tierra gira alrededor de su eje inclinado a 23.5 grados. Este ángulo no sólo es responsable de las estaciones en nuestro planeta, sino que también provoca diferencias estacionales significativas en los hemisferios norte y sur, donde, por ejemplo, el hemisferio norte experimenta el verano al tiempo que el sur se encuentra en invierno.
Este equinoccio de otoño es el momento perfecto para observar cómo el sol sale y se pone en un ángulo casi exacto entre el este y el oeste, lo que lo convierte en un excelente recurso para orientarse. Además, es conocido por tener los amaneceres y atardeceres más rápidos del año, con el sol levantándose y sumergiéndose en el horizonte en cuestión de segundos.
En contraste con el equinoccio, los solsticios presentan extremos de luz y oscuridad. El solsticio de invierno, que se celebrará este año el domingo 21 de diciembre en el Hemisferio Norte, será el día más corto del año, mientras que el solsticio de verano marcará el más largo.
Desde espacio, las imágenes proporcionadas por satélites de observación terrestre muestran claramente cómo el sol se desplaza y cómo la luz afecta a nuestro mundo en función de las estaciones.
Para muchos, el equinoccio también representa un símbolo de cambio y nueva energía. Aunque no se acompaña de eventos espectaculares como eclipses o lluvias de meteoros, su llegada puede celebrarse de maneras simples pero significativas, como ponerse un suéter favorito, realizar un camino panorámico para disfrutar de los colores otoñales o saborear una taza de café especiado de calabaza.
Así que, mientras se aproxima el 22 de septiembre, no olvide marcar su calendario y aprovechar la oportunidad de celebrar el inicio de una estación que nos ofrece días más frescos, paisajes vibrantes y la oportunidad de reflexionar sobre la naturaleza cíclica del tiempo.
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