Erick pierde fuerza pero persiste en Guerrero

Erick, el huracán que golpeó la costa suroeste del Pacífico mexicano, ha pasado de ser una poderosa tormenta a una depresión tropical en cuestión de horas. Según el último informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el fenómeno meteorológico dejó un rastro de destrucción en su paso, especialmente en los estados de Guerrero y Oaxaca.

Durante la madrugada, Erick tocó tierra como un huracán de categoría 3 en la escala Saffir-Simpson, provocando daños significativos en comunidades costeras como Lagunas de Chacahua, donde numerosas viviendas y comercios sufrieron daños estructurales. Francisca Ávila, una ama de casa de 45 años, compartió su angustia al ver cómo su pueblo enfrentaba severas pérdidas: "todo el pueblo está sin casa, sin ropa, no tenemos ayuda".

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El SMN ha advertido sobre las lluvias torrenciales, que se estiman entre 150 y 250 milímetros, las cuales podrían generar deslaves e inundaciones, especialmente en zonas bajas. Estas lluvias vienen acompañadas de rachas de viento que rondan los 75 km/h y un oleaje considerable de hasta 2.5 metros, lo que aumenta la preocupación por la seguridad de la población.

A las 6:00 PM, el huracán se encontraba a 75 km al oeste de Chilpancingo y avanzaba hacia el noroeste a 19 km/h, con vientos sostenidos de 55 km/h. A pesar de la magnitud del fenómeno, la presidenta Claudia Sheinbaum ha indicado que, hasta el momento, no se han reportado pérdidas humanas. No obstante, el escenario es preocupante en términos de infraestructura: 15 tramos de carreteras han sido cerrados y más de 123,000 usuarios han quedado sin electricidad debido a cortes en el suministro.

La situación ha obligado a cerrar terminales aéreas y puertos, así como a suspender clases y actividades no esenciales en Guerrero y Oaxaca. En el popular destino turístico de Puerto Escondido, las lluvias severas han sumido a la comunidad en la oscuridad y el caos, con calles inundadas y una interrupción total de la comunicación.

El gobierno ha movilizado cientos de militares en un esfuerzo por ayudar a las comunidades afectadas, además de habilitar más de 2,000 refugios para aquellos que han perdido sus hogares. Por desgracia, México enfrenta en esta temporada de ciclones un reto constante, ya que los embates de huracanes suelen ser una realidad cada año entre mayo y noviembre.

Con el paso de las horas y la disminución de la intensidad de Erick, las autoridades permanecen en alerta ante las posibles complicaciones que pueden surgir en los siguientes días. La población está siendo instada a seguir las recomendaciones de protección civil y mantener la calma mientras los equipos de rescate y las autoridades trabajan arduamente para mitigar los efectos de este devastador fenómeno meteorológico.

Información actualizada hasta 1750384726.

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