El cielo de este mes nos ofrece una oportunidad única: una luna negra. Es importante destacar que el término “disfrutar” puede resultar un tanto engañoso, ya que con esta fase lunar no veremos nada visible. La luna negra es, de hecho, una luna nueva extra, lo que significa que nuestro satélite natural estará completamente ausente de la vista nocturna durante ese periodo.
Los días en que hay luna nueva, incluidas las lunas negras, son ideales para observar el firmamento. La razón es sencilla: la presencia de la luna puede dificultar la visualización de otras maravillas celestiales, como las estrellas y los planetas, especialmente en zonas alejadas de la contaminación lumínica.
La última luna negra se experimentó durante las navidades pasadas, y no volveremos a ver una hasta el año 2027. Si bien no hay nada particularmente extraordinario en esta fase lunar — de hecho, se trata simplemente de una repetición de una fase lunar común — el contexto que crea para la observación astronómica es inmejorable.
### ¿Qué causa la luna negra?
La luna negra se debe a la dinámica del sistema solar. Mientras la Tierra orbita alrededor del Sol en 365 días, la Luna completa su órbita en aproximadamente 27 días con 7 horas y 43 minutos. Este diferencial provoca que, desde nuestra perspectiva, la iluminación de la luna cambie durante su trayecto. Es crucial recordar que la luna no genera luz propia; lo que observamos es la luz del Sol que se refleja en ella.
Cuando la luna se encuentra completamente iluminada, la conocemos como luna llena. Por el contrario, cuando se encuentra en una fase más cercana al Sol, su visibilidad se pierde por completo durante la noche, dando lugar a la luna nueva. Entre estas dos fases, podemos observar las distintas etapas de la luna, ya sea creciente o menguante.
A lo largo de un año, la luna completa aproximadamente 13.37 órbitas alrededor de la Tierra, lo que, en ocasiones, resulta en un mes con una luna nueva o llena adicional. La luna llena adicional se denomina luna azul, mientras que la luna nueva extra es conocida como luna negra.
### La luna negra estacional: un fenómeno raro
Este mes, el 23 de agosto, tendremos la oportunidad de observar una luna negra estacional. Este fenómeno ocurre porque en verano hemos tenido dos lunas nuevas — el 25 de junio y el 24 de julio — y, coincidiendo con esto, habrá otra luna nueva el 21 de septiembre, justo antes del inicio del otoño.
Este año, la posibilidad de observar una luna negra durante el verano es especialmente emocionante, pues es un periodo ideal para disfrutar del cielo. En el hemisferio norte, las condiciones son propicias para ver lluvias de meteoros, siendo las perseidas una de las más emblemáticas. Aunque esta lluvia de estrellas no sea la de mayor cantidad de meteoros, su popularidad radica en que ocurre en verano, cuando las temperaturas son agradables, favoreciendo la observación astronómica.
A pesar de que el pico de las perseidas se dará en la madrugada del 12 al 13 de agosto, con aproximadamente un 90% de la luna iluminada en ese momento, muchos meteoros más débiles podrían no ser visibles. Sin embargo, la llegada de la luna negra brindará varias noches oscuras ideales para observar estas sombras fugaces que cruzan el firmamento.
Con el cambio climático y las condiciones ambientales como un factor a tener en cuenta, el momento de salir a mirar las estrellas se vuelve cada vez más precioso. Aprovechar estas noches oscuras puede ser quizás una de las pocas oportunidades que nos quedan para apreciar la belleza del universo, lejos de la contaminación lumínica.
Esta información, capturada en el contexto de 2025, nos hace reflexionar sobre la impermanencia de estas oportunidades. Así que, ¡no olvidemos mirar hacia arriba y dejar que la luna negra y el cielo nocturno nos inspiren!
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