La Orquesta Sinfónica de Minería se embarca en un emocionante desafío: ofrecer al público una rica variedad de experiencias musicales durante dos meses. Bajo la dirección de Carlos Miguel Prieto, quien ha estado al frente de la orquesta por 19 años, se ha diseñado una temporada veraniega repleta de ensayos y presentaciones. Este esfuerzo culminará en un total de nueve programas, todos ellos concebidos para cautivar y conectar con la audiencia.
En un ensayo reciente, Prieto se centró en el Cuarteto para piano y cuerdas en sol menor de Johannes Brahms, adaptado a la orquesta por Arnold Schönberg. Este tipo de obras, que requieren una gran habilidad de interpretación, desafían a los músicos a salir de su zona de confort. A lo largo de esta temporada, se dedicarán cinco ensayos a cada pieza compleja, incluyendo la tercera sinfonía de Gustav Mahler.
Prieto enfatiza la importancia de ofrecer obras que permanezcan en la memoria del público, buscando un equilibrio entre la complejidad musical y la accesibilidad. “El público quiere ser retado, pero no provocado”, señala, dejando claro que su objetivo es mantener siempre un vínculo sólido con los oyentes. Este enfoque es especialmente relevante, ya que la orquesta no cuenta con el respaldo gubernamental y debe asegurarse de que cada presentación atraiga a la audiencia.
A lo largo de la temporada, se presentarán estrenos nacionales, incluyendo el Concierto para guitarra “Místico y profano” de Arturo Márquez, así como la primera sinfonía de Juan Pablo Contreras, junto a destacados solistas como el guitarrista Pablo Sainz y la mezzoprano J’Nai Bridges. También se espera la participación del reconocido compositor y director John Adams en un programa programado para el 23 y 24 de agosto.
En su trayectoria, Prieto ha acumulado una vasta experiencia, dirigiendo cientos de conciertos anualmente, cifra que le ha permitido alcanzar un nivel de madurez artística que considera beneficioso tanto para él como para la orquesta. “Hoy puedo dar más a la orquesta y al público que nunca”, destaca, reconociendo que el talento local, compuesto mayoritariamente por jóvenes músicos, aporta un gran valor al rendimiento de la OSM.
La temporada de verano de la OSM ofrece, además, un programa familiar titulado “Cri-Cri Sinfónico: Que dejen toditos los sueños abiertos”, un evento que reunirá a la familia con la magia de la música sinfónica. Los conciertos se llevarán a cabo todos los sábados y domingos, proporcionando una oportunidad única para disfrutar de la música en un ambiente accesible y atractivo.
Con un calendario que abarca desde el 5 de julio hasta el 31 de agosto, el público está invitado a explorar un repertorio que va desde Mozart y Brahms hasta compositores contemporáneos del siglo XX, asegurando que cada programa sea una experiencia única. Sin dudas, este verano será una celebración musical en la sala Nezahualcóyotl, donde la Orquesta Sinfónica de Minería promete ofrecer una temporada inolvidable.
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