El homenaje más reciente a la influyente escritora y activista Rosario Castellanos marca el centenario de su nacimiento, un evento que resalta no solo su legado literario, sino también su impacto social y político en México. Celebrado el 29 de mayo de 2025 en el Centro Cultural Bella Época del Fondo de Cultura Económica, el tributo atrajo a destacados referentes del ámbito cultural, como la escritora Elena Poniatowska y el antropólogo Carlos Navarrete, quienes compartieron memorias y reflexiones sobre la multifacética vida de Castellanos.
Reconocida por su sencillez, ingenio y compromiso con causas sociales, Castellanos fue recordada en el evento por Poniatowska, quien enfatizó su falta de pretensiones y su genuina conexión con sus errores. En un momento jocoso, se narró una anécdota en la que, durante un viaje a Chiapas, Castellanos se montó en un caballo de manera peculiar. Este enfoque desdramatizado hacia su persona contrasta con la solemne imagen que suelen tener muchos escritores, destacando su autenticidad.
Su legado no se limita a la literatura. Castellanos fue también una pionera en el activismo feminista en México. En una ocasión histórica en la residencia oficial de Los Pinos, ante el entonces presidente Luis Echeverría, dio un discurso que revolucionó las oportunidades para las mujeres en el país, argumentando que la justicia social no podía ser monopolizada por un solo género.
Carlos Navarrete, por su parte, subrayó el compromiso social de Castellanos en otras facetas de su vida, como su trabajo en el Instituto Nacional Indigenista, donde participó en el Teatro Petul. Este proyecto utilizó guiñoles para educar a las comunidades indígenas chiapanecas sobre derechos y salud, reflejando su compromiso con los derechos humanos y la equidad.
El homenaje, titulado “Rosario Castellanos: El eterno femenino”, no solo buscó recordar su obra literaria, sino también celebrar su impacto duradero en la sociedad mexicana. El evento incluyó una conferencia del hijo de la escritora, Gabriel Guerra Castellanos, y una sesión de lectura en voz alta, consolidando así la conexión entre la obra de Castellanos y las nuevas generaciones.
Este tributo no se limita a recordar su nombre en las calles y farmacias de Chiapas; busca revivir y reforzar la relevancia de su voz en el contexto actual, inspirando a nuevas luchas por la igualdad y la justicia social en el México contemporáneo. El legado de Rosario Castellanos continúa vigente, recordándonos la importancia del compromiso social y la literatura en la transformación de la sociedad.
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