Las críticas mundiales, el trasvase a otras opciones de mensajería como Telegram o Signal, la desconfianza de diversas instituciones o, incluso, la acción de algunos países, parecen haber dado frutos. Facebook ha anunciado este lunes que renuncia a limitar las funcionalidades de los clientes de Whatsapp que no hayan aceptado sus nuevos términos y condiciones. La compañía había puesto como límite para hacerlo el 15 de mayo, después de haberse visto obligado a retrasar cuatro meses la entrada en vigor por la oleada de críticas contra la plataforma a comienzos de este año. Dar el visto bueno a estos nuevos términos supone aceptar que la aplicación comparta determinados datos con Facebook, la firma matriz del servicio de mensajería. Y que a su vez Facebook pueda hacer negocio con ellos.
Facebook y su filial vuelven a recular semanas después de desactivar su amenaza inicial de eliminar las cuentas de quienes no aceptaran las condiciones. “Dada la reciente discusión con varias autoridades y expertos en privacidad, queremos dejar claro que actualmente no tenemos planes de limitar la funcionalidad de cómo funciona WhatsApp para aquellos que aún no han aceptado la actualización”, asegura este lunes la declaración de un portavoz a la que ha accedido. “En su lugar, seguiremos recordando a los usuarios de vez en cuando sobre la actualización, así como cuando la gente decida utilizar funciones opcionales relevantes […]. Esperamos que este enfoque refuerce la opción que tienen todos los usuarios de interactuar o no con un negocio”, asegura la empresa en referencia a el uso de los datos con fines comerciales, sobre todo para recibir publicidad personalizada.
WhatsApp anunció a principios de enero que el usuario que no aceptara las nuevas condiciones de uso, que incluyen una nueva política sobre los datos que la aplicación recopila sobre los usuarios y su tratamiento, se arriesgaría a la eliminación de la cuenta. El aluvión de críticas y las fugas masivas a otras aplicaciones obligaron a la compañía a repensarse la decisión y postergó la actualización hasta el 15 de mayo.
A principios de este mes, de cara al plazo del día 15, Whatsapp, cambió de nuevo de criterio y advirtió que quienes no aceptaran la nueva actualización, aunque se encontrasen en la UE, comenzarían paulatinamente a tener un servicio limitado. Por ejemplo, no podrían acceder a su lista de chats al abrir la aplicación. Pasadas unas semanas “de funcionalidad limitada”, la situación del usuario que no hubiera aceptado se complicaría “No podrá recibir llamadas ni notificaciones entrantes y WhatsApp dejará de enviar mensajes y llamadas a su teléfono”, explicaba entonces la compañía. Llegado un momento, y tras recibir notificaciones cada vez más insistentes para que tomaran una decisión, los usuarios tendrían que aceptar las nuevas condiciones o no podrían utilizar WhatsApp “en absoluto”. Ahora todas esas amenazas quedan desactivadas por la propia compañía.
La empresa ha recordado en todo momento que las nuevas condiciones no tendrán efectos prácticos en la privacidad de los residentes en un país miembro de la Unión Europea, porque el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) impide que se compartan los datos de Whatsapp con Facebook. A pesar de ello, las preocupaciones acerca de la seguridad y los recientes cambios impuestos por Facebook en los términos de condiciones de la plataforma de mensajería han llevado a diversas instituciones de la Unión Europea a decidir migrar parte de sus comunicaciones a Signal, empresa rival estadounidense, que consideran más segura.
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