Durante el periodo comprendido entre octubre de 2024 y agosto de 2025, se lamenta la muerte de al menos 16 personas bajo la custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE). Este dato proviene de reportes oficiales, que evidencian las deficiencias médicas y las condiciones precarias dentro de los centros de detención migratoria. Cuatro de los fallecidos eran ciudadanos mexicanos, lo que subraya un aspecto crítico de la situación.
Uno de los casos más impactantes es el de Jesús Molina Veya, un mexicano de 45 años, quien fue detenido el 15 de mayo de 2025 y encontrado inconsciente en su celda el 7 de junio. A pesar de haber negado cualquier problema de salud mental durante su evaluación inicial, su muerte fue un trágico recordatorio de la atención insuficiente que reciben los detenidos.
El caso de José Manuel Sánchez Castro, de 36 años, también destaca en esta serie de muertes. A pesar de estar bajo observación por síndrome de abstinencia de opioides, falleció en la unidad médica de un centro de detención en Washington el 27 de octubre de 2024, sucumbiendo a condiciones severas y evidentes ante un tratamiento que no logró estabilizar su estado de salud.
Lorenzo Antonio Batrez Vargas, de 32 años, murió en el Central Arizona Florence Correctional Complex tras haber contraído Covid-19. Su situación, complicada por afecciones preexistentes, lo condujo a ser encontrado inconsciente y desatendido.
El fallecimiento de Abelardo Avelleneda Delgado, un hombre de 68 años, ocurrió el 5 de mayo de 2025 mientras era trasladado entre instituciones. No se proporcionaron detalles sobre las posibles medidas que pudieron haber salvado su vida tras perder el conocimiento durante el trayecto.
La diversidad de nacionalidades entre las víctimas es también notable. Además de los cuatro mexicanos, se registraron muertes de originarios de Vietnam, China, Colombia, Cuba, Haití, Ucrania, Honduras, Canadá, India, Etiopía y Guayana, lo que pone de manifiesto las variadas procedencias de aquellos que enfrentan situaciones críticas mientras están bajo custodia en Estados Unidos.
En un giro trágico y relacionado con la violencia externa, el mexicano Miguel Ángel García Hernández, de 32 años, murió el 24 de septiembre tras un ataque armado en un centro de detención en Dallas, Texas. Este incidente llevó a la presidenta Claudia Sheinbaum a confirmar su fallecimiento y a demandar una investigación exhaustiva.
Los datos del ICE muestran una tendencia preocupante: las muertes bajo su custodia han aumentado significativamente, con un incremento del 33% en el año fiscal 2025 en comparación con 2024, y un alarmante 300% respecto a 2023. Estos hechos reflejan un patrón de repunte sostenido por tres años consecutivos, con un aumento acumulado del 400% desde 2023, lo que convierte al presente año fiscal en el más letal desde 2020.
La cifra de 16 muertes confirma la necesidad urgente de atender las condiciones de salud y el bienestar de quienes están bajo la tutela de ICE, un tema que cada vez cobra más relevancia en el debate sobre la inmigración y los derechos humanos en Estados Unidos.
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